Junio fue elegido como el mes del orgullo de las personas lesbianas, gays, bisexuales, travestis, transexuales, transgenero, intersexuales, queer y más. Decisión que se tomó con el propósito de reivindicar ante la sociedad, la diversidad de orientaciones sexuales e identidades de género que las personas tienen.
En México, esta comunidad ha sido objeto de violaciones flagrantes a sus derechos humanos, ya que durante décadas se les ha restringido y limitado en las oportunidades de desarrollo, configurando así, una notoria discriminación que los sitúa en una categoría o sector vulnerable.
Sin embargo, no todo es malo, debido a que con el transcurrir del tiempo, esta segregación ha disminuido y si bien aún no se alcanza el ideal de igualdad que se busca, lo cierto es que, en materia de derechos humanos se ha alcanzado un notorio avance.
Pero bien, muchos son los casos jurídicos en los que se ha pugnado por el derecho a la igualdad y la no discriminación, tal es el caso de Karen Atala Riffo, mujer chilena que se enfrentó a un proceso judicial, en el que le retiraron la custodia de sus hijas, simplemente por la orientación sexual que tenía. Fue tan grande el impacto de la situación, que provocó la intervención de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, quien condenó al Estado Chileno por la violación a múltiples derechos. Determinando que la orientación sexual no puede utilizarse para amparar y perpetuar la discriminación, mucho menos para restringir un derecho.
De esta forma, al ser las sentencias de la Corte Interamericana vinculantes para el Estado Mexicano, la misma fijó un precedente para que los derechos de la diversidad sexual fueran reconocidos en nuestro país. Un claro ejemplo es la reforma al Código Sustantivo Familiar, el cual inicialmente definía al matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer para perpetuar la especie, mientras que ahora únicamente refiere que el matrimonio es la unión voluntaria y libre de dos personas con igualdad de derechos y obligaciones. Aunado a ello, la tutela al derecho de igualdad, permitió la adquisición de distintos derechos, como es el caso de las pensiones por viudez entre parejas homoparentales, el acceso a la seguridad social, el reconocimiento y respeto de las personas trans en materia electoral y el libre ejercicio del normal desarrollo de la personalidad.
Aún queda mucho camino por recorrer, no obstante, cada vez se vislumbra un mejor futuro basado en la igualdad dentro de una sociedad más incluyente. Nuestras leyes seguirán evolucionando, es por ello, que es tarea de todos el aceptar, respetar y promover los derechos de todas y todos los que conformamos esta colectividad llena de diversidad. Pues no debemos olvidar que el respeto es un valor que promueve y garantiza la paz social.
