Aunque en México estamos acostumbrados a que el discurso durante los procesos electorales sube de tono, que los señalamientos y campañas negras son una constante, a la publicación de encuestas manipuladas, lo vivido este fin de semana, en un claro ambiente de polarización social, rebasa lo que la democracia nos regala.
Una sociedad democrática, acepta que su orden social es construido entre todos, y en ese sentido las instituciones que a base de esfuerzo, debate, incluso sangre, por supesto que pueden ser cuestionadas, reformadas, modernizadas, pero la confrontación social no justifica a ninguna de las posiciones.
Ni el campamento ni las consignas ni la campaña en redes ni el odio manifiesto en contra de la Ministra Presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación encuentran sustento, como tampoco la violencia para lograr el retiro de los manifestantes frente a la sede del máximo tribunal del país.
En nada abona el discurso presidencial en este sentido, hablar de un “golpe de estado técnico” ante la serie de decisiones que los ministros han tomado en base a diversas acciones jurídicas emprendidas por las propias insituciones, ayuntamientos, grupos ambientales, legisladores, partidos políticos, y demás.
Debe reflexionarse por supuesto el dicho de Andrés Manuel López Obrador, en el sentido de que las sentencias de la SCJN pueden “neutralizar al Poder Ejecutivo” porque alcance indica que “no se ejecute nada”; pero también es de considerarse que gobernar por decreto, a través de interpretaciones a la ley muy diversas a su espíritu, mediante la manipulación al proceso legislativo, y lo mas grave, a través de la presión social con alta carga ideológica, puede generar consecuencias muy graves.
La denominada 4T logró su triunfo en las urnas, lo ha ratificado en varias oportunidades, y no dudamos que su presencia sea de largo plazo, eso dependerá de quienes gobiernen, es decir si lo hacen mal o al contrario, mantienen vicios en el ejercicio del poder. El pueblo premiará o castigará en las urnas.
Pero también debe defenderse la lucha democrática que la oposición argumenta, lanza a través de críticas y señalamientos, documenta y hace notar; y en este sentido también es de rechazarse la crítica que genera odio, menosprecio y hasta deseo de la muerte de un dirigente. Cuando se llega a esos niveles se pierde precisamente la propuesta que en democracia debe ser considerada.
En España se ha vivido una jornada electoral Regional muy dolorosa para la izquierda, a grado tal que su presidente Pedro Sánchez ha decidido adelantar el proceso democrárico general; indicó que es un momento determinante para que el pueblo se exprese y decida el porvenir de su nación. En las urnas.
Será una semana en México de acusaciones cruzadas por los procesos en el Estado de México y Coahuila; independientemente a los resutados, la carrera presidencial y la renovación de varias gubernaturas el próximo año, radicalizarán las posturas.
No caigamos en la confrontación violenta entre la sociedad.