Las caretas o las máscaras de los derechistas que esgrimen o utilizan para presentarse como adalides de la democracia, por sus vergonzantes intereses para eternizarse en el poder, los desnudan y los exhiben de cuerpo entero como vulgares dictadorzuelos, diríamos de zarzuela, sino fuera por el brutal y criminal daño que les inflingen a sus pueblos.
Nos referimos al presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, un irredento conservador de la política y partidario del liberalismo, aquí en México lo conocemos como neoliberalismo, que es la misma gata pero revolcada, quien se apresuró en la víspera para ahuyentar el fantasma de su inminente destitución, al recurrir al polémico mecanismo conocido como “muerte cruzada” que, le permitió, en contra del pueblo, disolver el parlamento, para gobernar por decreto durante seis meses, para luego convocar a elecciones generales amañadas para eternizarse en el Gobierno de Quito.
En una arenga común a estos personajes. Lasso, a través de los medios de comunicación, afirmó, sin pudor alguno: “Ecuatorianas y ecuatorianos: esta es la mejor decisión para darle una salida constitucional a la crisis política y conmoción interna que soporta el Ecuador y devolver al pueblo el poder de decidir su futuro en las próximas elecciones”
Como era obvio, mientras emitía su vergonzante mensaje, tropas del Ejército rodearon la sede de la unicameral Asamblea Nacional Legislativa, desalojaron al personal y apostaron un contingente que impide el acceso de los parlamentarios, ya cesados.
Los mandos militares y policiales, como era de esperarse, respaldaron el decreto del presidente; su cómplice en el autogolpe de Estado, general Nelson Proaño, jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, declaró sin rubor alguno, que la decisión de Lasso “debe ser respetada por todos los ciudadanos”. De cuándo acá un mílite le indica a la ciudadanía cómo comportarse, obvio, con el poder de las armas.
Agregó el generalito, que los uniformados están “seguros de que el país no aceptará ningún intento de alterar el orden constitucional a través de la violencia”, seguido de la amenaza inadmisible: “en tal caso- sentenció- las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional actuaremos con firmeza para proteger la vida, los derechos y las garantías de los ecuatorianos”.
Bien que, ya hayan surgidas voces condenatorias, Erika Guevara, directora de Amnistía Internacional para América, afirmó: “nos alarma el despliegue de fuerzas militares”, y conminó al presidente Lasso a “proteger los derechos de libertad de expresión y protesta pacífica”.
En lo institucional, el Consejo Nacional Electoral dispone de siete días para convocar a nuevas elecciones, y ya salió el peine, Lasso expresó su decisión de competir por un nuevo mandato, gobernará entre tanto por decreto durante seis meses.
Expliquemos: la “muerte cruzada” es una previsión de la Constitución que rige desde 2008, y cuyo Artículo 148 dice que el presidente podrá disolver la Asamblea Nacional en tres casos expresamente señalados, y por una única vez en los tres primeros años del mandato cuatrienal. El de Lasso comenzó el 24 de mayo de 2021.
Primero, cuando a juicio del presidente la Asamblea “se hubiera arrogado funciones que no le competan constitucionalmente, previo dictamen favorable de la Corte Constitucional”, y, en un segundo caso, “si de forma reiterada e injustificada obstruye la ejecución del Plan Nacional de Desarrollo”.
La tercera causal, “por grave crisis política y conmoción interna”, obvio es la que ha esgrimido Lasso en su decreto, de acuerdo al numeral 741, para eternizarse en el poder.
Lasso de 67 años, es un conservador en política y partidario del liberalismo en la economía, cabe reiterar que estaba amenazado por un juicio político que se desarrollaba en la Asamblea, con mayoría opositora, y el cual podía desembocar en su destitución.
Según la oposición, el presidente incurrió en peculado al tener conocimiento de presuntas irregularidades y no actuar para evitar mayores perjuicios al Estado, en un contrato firmado por la empresa estatal Flota Petrolera del Ecuador; FLOPEC y la firma privada de transporte petrolero Amazonas TANKER.
Recuérdese que, el 5 de febrero el presidente perdió un referendo para aplicar reformas a la Constitución, y en elecciones locales avanzó el movimiento que lidera su archirrival, el expresidente izquierdista Rafael Correa (2007-2017).
Correa, exiliado en Bélgica, escribió en su cuenta de Twitter que lo que Lasso hace es ilegal. Obviamente no hay ninguna “conmoción interna… En todo caso, es la gran oportunidad para librarnos de Lasso, de su gobierno y de sus asambleístas de alquiler, y recuperar la Patria”.
La mirada mundial por ahora esta está fija en Ecuador y su vulgar dictadorzuelo.
Periodista y escritor; presidente del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE; secretario de Desarrollo Social de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP; presidente fundador y vitalicio honorario de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, miembro del Consejo Consultivo permanente del Club Primera Plana, Doctor Honoris Causa por la Universidad Internacional y Académico de Número de la Academia Nacional de Historia y Geografía, ANHG. Agradeceré sus comentarios y críticas en teodororenteriaa@gmail.com Nos escuchamos en las frecuencias en toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.org, y www.clubprimeraplana.org, y el portal irradia noticias.com