En días pasados, México fue sede del Foro Global de Democracia Directa Moderna 2023, evento con discreta presencia en medios de comunicación, pero con una relevante participación internacional de personas expertas en la materia. En su evento de presentación en la Residencia Suiza en México, contó con la asistencia de varios miembros del cuerpo diplomático exterior acreditado en México, lo que permitió la oportunidad de saludar al Embajador Ken Salazar, así como intercambiar puntos de vista con el anfitrión, el Embajador Pietro Piffaretti, responsable de transferir la sede formal de dicho foro a México, tras haber correspondido a Suiza en 2022 el recibir a los participantes de este evento que, desde hace más de 15 años se realiza con el impulso de Democracy International y el compromiso Bruno Kaufmann, reconocido politólogo y periodista de origen sueco, Co-Fundador y Co-Presidente del Foro Global de Democracia Directa Moderna.
Con la presencia de representantes de casi un centenar de países, los trabajos del Foro dejaron en claro que la democracia es un tema inacabado, perfectible y en constante evolución; en un entorno nacional que sostiene un enfrentamiento de visiones respecto a la definición del rumbo a seguir en materia electoral, sus instituciones y órganos jurisdiccionales; hecho que de ninguna manera debe amedrentar o desanimar, pues si algo enseña la historia, es que la democracia se construye en la mayoría de las veces, con la confrontación no solo de ideas, sino de posturas y actitudes en el mejor de los casos, y nuestro país no es, ni podría ser la excepción dado el largo camino que hemos recorrido para alcanzar una democracia acorde al clamor popular que cada vez con mayor contundencia, demanda una justicia social e igualdad de oportunidades que permita que la voz de cada persona tenga el mismo derecho de ser escuchada, en una democracia participativa que evoluciona con paso firme, pero no sin contratiempos y adversidades, lo que bien podría indicar un espacio reducido para la democracia directa; más, sin embargo, México es uno de los países que en las últimas dos décadas, han introducido el mayor número de mecanismos de democracia directa en su legislación desde el ámbito constitucional hasta leyes secundarias, con plena claridad de que la democracia electoral no es suficiente para dar cauce y solución a los grandes problemas nacionales; y en ello, la democracia pura, directa, es sin duda, una forma de hacer que las y los ciudadanos sean escuchados y escuchen el sentir colectivo, que conforme a su tiempo y circunstancia, instaure un cauce democrático que no tenga que esperar a las próximas elecciones para alcanzar lo que por derecho y dentro del estado de derecho les corresponda.
Esta es la esencia del noble precepto de mandar obedeciendo, del consenso por consolidar la potestad de la soberanía del pueblo sobre sus gobernantes, en lo que por supuesto, no se trata de invalidar ni mucho menos desplazar, la función del gobierno ni del legislativo, sino de fortalecer la participación de la ciudadanía al votar directamente las políticas y las leyes, de tomar decisión por acción directa en los casos que la trascendencia del tema a resolver amerite un ejercicio de democracia pura, que para tales efectos obvie la acción ejecutiva y, legislativa de los representantes en ambas cámaras, adoptando las formas de referéndum, iniciativa popular, revocación de mandato o consultas públicas.
El hecho de que académicos, investigadores, activistas, funcionarios, diplomáticos, periodistas y en general personas con amplia experiencia en la materia, se hayan dado cita desde distintas naciones para coincidir en México, a discutir, compartir sus experiencias para fortalecer la democracia en el mundo, debe igualmente iluminar la ruta que nos permita cortar de tajo los estertores que algunos actores de la oligarquía electoral y las élites políticas, han representado a la lucha por consolidar una verdadera transición democrática.