Hugo Éric Flores Cervantes, fundador y líder del Partido Encuentro Social (PES) rompió el silencio. Sus declaraciones, contra la personalidad, el estilo y la administración de Cuauhtémoc Blanco, fueron contundentes. Hay respuesta del ejecutivo estatal, pero hasta el momento de escribir estas líneas, sólo a través de un comunicado de prensa.
Salvo lo referente a las amenazas de muerte hacia su persona, no parece haber dicho nada nuevo, nada que no intuyéramos, no se hubiese filtrado, comentado o documentado con anterioridad. Desde la proclividad del mandatario a la fiesta, la toma de decisiones en estado etílico, los rencores, la soberbia, hasta sus posibles vínculos con el crimen organizado y la promoción de la violencia en Morelos, no resulta nada nuevo para los observadores y, en cierta medida, forma parte de la vox populi nacional y local.
Las declaraciones sobre el desastre que supone el gobierno y la forma de ser de Cuauhtémoc Blanco no sorprenden. Pero hacía falta una voz autorizada, con conocimiento de causa, que hubiese tenido la vivencia de los hechos y cercanía con los mismos. Ahí radica la relevancia de las revelaciones de Flores Cervantes, en el testimonio de lo que le consta, de lo que puede dar fe.
Por supuesto, Hugo Éric también debe tener claro que él también está sujeto a la crítica y escrutinio público, tanto en lo partidario como en su paso por la administración. Ayer, en diferentes entrevistas, manifestó autocrítica y reconocimiento de sus errores, lo que de suyo no es común entre los políticos y aporta cierta dosis de credibilidad a sus palabras.
Por su parte, como suele suceder, Cuauhtémoc Blanco trató de contener esta nueva crisis con un boletín de prensa, colocado en lo que sus estultos colaboradores consideran medios estratégicos y perfiles de redes sociales, afines o pagados. Acusa la molestia de Flores Cervantes tras haber negado la entrega de 20 millones de pesos para salvar el registro de su partido en las pasadas elecciones y sostiene que emprenderá acciones legales en su contra.
Habla también de logros y compromisos que no se ven reflejados por ningún lado. Resulta claro que, sin esclarecer ni rebatir los dichos de Flores, Cuauhtémoc quiere desviar la atención de las acusaciones en su contra hacia desacreditar a su acusador. Sin embargo, eso no será tan sencillo ni tan práctico.
A diferencia de otros gobernadores, con oficio y experiencia política, quienes buscaron diálogos y acuerdos, sumas para la estabilidad y la gobernabilidad, Cuauhtémoc se hizo sólo de un pequeño círculo cercano a quienes no da trato de aliados, sino de empleados. Al resto, tengan o no la valentía para pronunciarse públicamente, los ha ido sumando, pero en su contra.
Todo ello llegará a los oídos del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien será al final de cuentas la única persona con el poder para frenar las ambiciones de Blanco Bravo o para alentarlas y seguir protegiéndolo. Nada más que ahora las propias expresiones, dichas en privado, pero ya de dominio público, del todavía gobernador de Morelos contra el presidente y líder máximo de Morena, pudieran tener un efecto en el ánimo de Andrés Manuel, nada favorable para el ex ídolo del fútbol. No en el discurso, sino en la práctica. Eso se verá en los próximos días y meses.
Y para iniciados
Las denuncias que ya se están presentando por actos anticipados de campaña, mal uso de recursos públicos y propaganda ilegal podrían tener efectos contundentes en las próximas elecciones, tanto para las corcholatas presidenciales como para las fichas locales. Si no prospera el plan B de la reforma electoral, hasta podrían perder los registros de sus candidaturas.
El presidente, López Obrador, lejos de aceptar que deben respetarse las leyes, insiste en hablar de campañas de los conservadores en contra de su proyecto político, guerra sucia y demás. Pero no se da cuenta o no quiere darse cuenta de que esas campañas sucias e ilegales no sólo son orquestadas por los conservadores, sino también por los miembros de su partido, alentados y protegidos por él mismo.
Siendo así, ¿cómo quieren que no pensemos que son iguales, unos y otros?
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