A fines de la semana pasada, se comentó la nota que diera el presidente municipal de Cuernavaca José Luis Urióstegui Salgado de la medida tomada en Cabildo de realizar cambios en la estructura orgánica municipal, en pocas palabras, cambiar a los elementos del gabinete que no sirven.
Medida que la considero muy retrasada, tenía que haberse dado a los 90 días.
Si comparamos a la Administración Pública con la Administración de Empresas, hay muchas diferencias, en lo referente a la contratación de sus Ejecutivos, las más de las empresas con la práctica moderna de la selección de personal, convocan a los candidatos para llevar a cabo una serie de entrevistas con los Directivos, técnicos, psicólogos de la corporación, para conocer de, sus estudios, experiencia, aptitudes, capacidades, cualidades, potencial para enfrentar positivamente el puesto a ocupar y hasta presentar un posible proyecto sobre la misma empresa lo que es esencial en un mundo laboral en constante cambio y para su conducción al éxito.
Una selección eficaz de los Ejecutivos de una empresa, produce varios beneficios, entre los más importantes se encuentran: La eliminación de los costos debidos a la excesiva rotación. La posibilidad de supervisar la estructura y las necesidades de la organización. La introducción de cambios empresariales innovadores gracias a la identificación de los perfiles adecuados que aumentan la rentabilidad.
En la Administración Pública de nuestro país, hay una práctica positiva en la selección de los funcionarios que se harían cargo de las diferentes Secretarías y Direcciones Generales. Los candidatos a ocupar las dependencias de gobierno una vez que el personaje político obtiene la candidatura, son seleccionados con un solo criterio, el del candidato ganador y que le pudieran acompañar en la Administración, selección que hoy ya se hace de manera estudiada sin dejar de tener la varita mágica.
Recuerdo una plática que tuve con Alfonso Sandoval Camuñas cuándo me invitó a participar en su campaña, reflexionaba sobre la cantidad de personas que estaban participando en la misma y que todos querían quedar dentro de la nómina municipal. Entre ellos el denominado grupo de “los Pípilos” los que demandaban los mejores puestos, reclamando “derecho de antigüedad”, él, Poncho, fue contundente ante la expresión de “papá yo” que identificaba a ese grupo, la que después sería sustituida por “los papayos”, decía “todos mis amigos que participan en la campaña estarán conmigo en la administración del municipio agregando: los que saben … adentro y, los que no …. ¡fuera!” así dejaba sin efecto el pago de facturas por participar en su campaña.
La medida del Cabildo capitalino dada a conocer por Urióstegui Salgado, es fundada en los pobres resultados tenidos en el primer año de tres, cuando en un protocolo gerencial, el periodo de prueba es de tres meses, quien sabe, se queda, el que no, se va, algunas causas pudieron ser:
La sujeción al partido político que lo promovió a la candidatura y que debía corresponder con el otorgamiento de las más importantes carteras municipales. El Amiguismo que cobraba las facturas al patrocinio de la campaña. A deudas del pasado en intentos fallidos.
Mi amigo Cesar Salgado Castañeda escribió refiriéndose a Cuernavaca: “Hoy 31 de diciembre del 2022, caminé por esta hermosa ciudad, la realidad no se oculta, es la mejor Ciudad del mundo. Te deseo un feliz Año Nuevo 2023” hasta aquí la cita.
Decir que Cuernavaca es la mejor ciudad del mundo, se me hizo una exaltación desmesurada, hay muchas ciudades que en la actualidad son, con sobra, mejores en nuestro país, según una estadística recién publicada por Gabinete de Comunicación Estratégica respecto a las mejores ciudades mexicanas están: Mérida, San Pedro Garza García, Apodaca, Guadalupe, San Nicolás de los Garza, en Nuevo León, Saltillo, Hermosillo, Aguascalientes, La Paz, Mexicali.
Y en escala negativa las peores ciudades son: Fresnillo, Celaya, Cuernavaca, Tapachula, Naucalpan, Tláhuac, Tuxtla-Gutiérrez, Puebla, Victoria, Othón P. Blanco (Chetumal), Tehuacán, Zamora, Acapulco y Ecatepec.
El amor por mi ciudad no me ciega a apreciar la pésima infraestructura que vivimos y padecemos todos los que en ella existimos, incluidos mi cuate César y todos los miembros del cabildo municipal actual.
No estamos absortos a la identificación de los funcionarios que han desarrollado muy mediocremente su trabajo, empezando por el mismo alcalde municipal. Su error no haber presupuestado realmente los ingresos para subsistir y para sostener lo ofertado. Su error no haber contemplado el cúmulo de compromisos que sin solución heredaba y menos podía solucionar. Su error, no haber buscado la convivencia con el Ariete Nacional, creyó que por medio del Congreso sacaría mejor partida.
Este año queridos Amigos y conciudadanos estaremos igual o peor de amolados que el anterior, la llegada de gente nueva al municipio, no es garantía de nada, garantía sería saber si José Luis tendrá recursos económicos nuevos y limpios para salir del agujero en que se metió. Él, mejor que nadie sabía de la mísera situación económica que la ciudad tenía y desgraciadamente sigue teniendo y tendrá ¡para siempre!
¡Amigos como siempre, les dejo un saludo con mucho afecto!