1.- ¿Qué necesitan para cometer una injusticia?
2.- JG ¿nada?
3.- AM fatal
4.- Pri
1.- ¿Qué se necesita para cometer una injusticia?. El poder, y es lo que se tiene, varios organismos incondicionales, por lo que la población se encuentra en estado de indefensión, a merced de quien manda y que debería servir a la colectividad, pero va del lado de la cúpula, de unos cuantos, de la jerarquía que no se tentará el corazón para eliminar al que le estorbe en sus fines para apoderarse del gobierno y avasallar la mínima de las resistencias, imponiendo no sólo el imperio de la ineptocracia, sino que no se mueva una hoja si no es con la anuencia de quienes se encuentran en la jerarquía.
Tener el poder es fundamental para cometer una injusticia, pues se ordena la ejecución y listo, se obedece, se acabó, pero hay un elemento más especial, más importante que el poder, y es la falta de conciencia, porque quien cuenta con ella, no se atreve a ordenar lo que es contrario a los más elementales derechos, los humanos; no diga los legales, los humanos, los que se vulneran por los que creen que el poder es para ejercerlo al libre albedrío, que no requiere permiso, puesto que por ello se cuenta con los ejecutantes, asista o no la razón -es otro punto-. Si no existe conciencia del acto, menos habrá razón.
Si se tiene el poder, no hay conciencia de sus actos y menos del espíritu de servicio, es fácil ser un servil de los intereses más mezquinos, los del dinero, porque se le hace fácil romper la estabilidad, sembrar el caos y luego el terror entre la ciudadanía, y se pensará que es lo correcto, puesto que generarán una burbuja, una zona de confort que les dejará bienestar, y como no hay empatía, pensarán que si ellos están bien, los demás también.
Si tienen el poder, ejecutan, pues no hay conciencia de lo que se hace y menos empatía, se placen en disfrutar de los privilegios, el dinero, las canonjías, pero como igual son ambiciosos vulgares, pronto se dan cuenta que es poco lo que se tiene y se va por más; al fin todo es cuestión de arrebatar; nadie se atreve a poner el alto, y el que lo hace, el crítico o el que sea, es vilipendiado o se le cierran los canales, y hasta se puede llegar a eliminarlo, “invéntale un delito” o elimínale, total, es una estadística; vendrá el escándalo, pero al tercer día todo se habrá olvidado, igual que tantos casos como Ariadna, Beatriz y otras, y por la libre, se apoderarán de lo apetecido, una secretaría, se impondrá una ley, una restricción, se ordenará apretar con los medios de represión, al fin nadie está para defender a la población, son ellos y pueden enviar a la cárcel o silenciar, total “un asalto lo sufre cualquiera; estaba en el lugar y la hora equivocados. Se investigará, pero el grado de impunidad es superior al 90 por ciento, se advierte para que no estén presionado; ya ni con la diputada asesinada; ya ven, nadie se acuerda, nadie dice nada; por un crítico, menos. Pónganlo en hielo”. “¿Para que se conserve?”. “¡No!, no el cuerpo, el nombre, para que se diluya”.
¿Quién lo dice?; lo puede decir cualquiera, claro que en otra entidad; nunca la nuestra, aquí no hay esos elementos, ¿o sí los hay?. Entonces, de favor, oriéntenme porque me perdí de algo por estar viendo el mundial. Perdón pero no creo que aquí haya tales perversos, esos oscuros, dichos manipuladores, si se dicen obradoristas.
Señor y señora, lectores, ruego su disculpa. ¿Cree usted que estamos en inminente peligro de sufrir una injusticia, la cárcel, la ejecución disfrazada?.
¡No!, esto o puede pasar. ¿Y qué hace el pueblo?. ¡Nada!, callado, silente.
2.- Juan Gaona, empresario de la música fue secuestrado o levantado en Galeana, Zacatepec. No se sabe nada de él; la autoridad municipal cero y la estatal igualita.
3.- Arnulfo Montes. Me cansé de advertir a Ulises que lo traicionaría; la cabra tira al monte; hoy está con Adán Augusto; es lo de menos, lo que le acomoda es el escándalo.
4.- El tricolor impuso a Isaí Zebadúa y a la perdedora Lourdes Rivapalacio como presidente y secretaria general del comité municipal del tricolor. ¿Y Rafael Cepeda?. Olvidado. Que con su pan se lo coman. Lourdes, perdón, tiene razón, no perdió en la elección, ni figuró. Don Antonio era una cosa, señorita, y no digo más.