Los tiempos cambian, las prácticas se retoman, la de la manifestación es la misma y la de los políticos también es la misma.
El domingo pasado se realizó la marcha, la recontra marcha, la marcha de la revancha, la marcha llamada de diferentes formas, para mí, fue la marcha de recobrar la posición decadente que tenía MORENA, 59% de aceptación a diferencia de los casi 70 puntos que tenía hace cuatro años.
La práctica de la manifestación fue retomada del viejo esquema priista, acarrear a centenas de personas, la mayoría convencida que el objetivo era apoyar al líder natural de MORENA, otros por el partido y los menos, presionados por amenazas de retiro del pago de apoyos sociales.
El acarreo se dio, ¿a quién le costó?, obvio a los gobiernos federal, estatales y municipales, a las líneas camioneras que a producto de gallina pusieron la mayoría de las unidades de transporte, a los comités de MORENA locales, así como a legisladores de todos los niveles, a empresarios que convenencieramente simpatizan con el movimiento.
Andrés Manuel, fingiéndose ignorante de estas prácticas, muchas veces esgrimidas por él siendo miembro del PRI, dice que lo vivido el domingo es la expresión sincera del pueblo. No lo dudo, esa parte del pueblo se le entregó como siempre, a diferencia de la que se manifestó voluntariamente el otro domingo 13 de noviembre.
El encauzamiento de los manifestantes fue, relativamente bien planeado, contrario a lo que hacen, habitualmente, los miembros del gabinete, tuvo una organización que en momentos fue rebasada por la multitud. El entusiasmo de tener de cerca al gran Tlatoani los llevó a hacer un parecido a “SLAM” de las juventudes, que es un tipo de baile alocado y frenético que se suele originar en los conciertos, su modalidad básica, consiste en dar brincos, hacer gestos, dar golpes al aire y empujar a quienes están alrededor.
Muchas fueron las delegaciones estatales que MORENA presentó, bien organizadas y la mayoría convencidas que el paseo dominical era para apoyar a AMLO. Con gusto recibían sus tortotas y refrescos, marcharon con alegría con la esperanza de ver a San Andrés de Macuspana, aunque fuera de “lejitos”.
Son varios los parámetros que diferencian a las dos marchas, entre ellos, la Convocatoria, la oposición, la hizo de boca a boca, mediante las redes cibernéticas y comunicación directa a sus grupos sociales, MORENA, a través de Gobernadores, presidentes municipales, legisladores locales, lideres de las fuerzas vivas del partido, sindicatos, empresarios advenedizos, etc., etc.
Nada criticable, si se considera que la respuesta fue volumétrica, un chingo y dos montones diría Martí Batres, multitudinaria, a diferencia de la de la oposición que no contó con los manifestantes que lo hicieran en sus lugares de origen.
Algo manifiesto es la escisión que existe en MORENA Morelos, la convocatoria hecha por los lideres originales y auténticos morenistas como Rabindranath Salazar, Rafa Reyes, Juan Ángel Flores, Paola Cruz, Erick Alquicira, Miguel Lucia, Carmen Genis y muchos más, tuvo sincera y numerosa respuesta de sus seguidores, a diferencia de lo realizado por la supuesta dirigencia encabezada por Ulises Bravo, en donde a “su gente” se les conminó a asistir para no tener consecuencias económicas en sus bolsillos.
Amigos les dejo un saludo con afecto.