En la columna de hoy no deseo referirme de nuevo a lo mucho que, en días recientes, se ha manifestado dentro del claro contexto político y que ha hecho tambalear al titular de la Fiscalía General de Morelos, Uriel Carmona Gándara.
Este fin de semana se dictó auto de vinculación a proceso a Rautel Astudillo, preso en el Reclusorio Preventivo Varonil Oriente, y a Vanessa (no encontré todavía su apellido en la cascada de notas periodísticas), internada en el penal de Santa Martha Acatitla; ambas cárceles sitas en Ciudad de México.
La pareja fue declarada culpable del feminicidio de la joven Ariadna Fernanda López Díaz por el juzgador respectivo, habiéndoseles dictado la prisión preventiva oficiosa y un término de cinco meses para dar por concluida la investigación. Como se sabe, Ariadna fue localizada sin vida el 1 de noviembre (por unos ciclistas) en algún paraje de la Autopista La Pera-Cuautla, dentro de la jurisdicción del municipio de Tepoztlán, Morelos.
Y aunque la Fiscalía General de Morelos ha sostenido el resultado de la necropsia practicada por personal de Servicios Periciales y del Servicio Médico Forense de la misma institución, en el sentido de que Ariadna Fernanda murió por broncoaspiración a causa de intoxicación etílica, el juzgado de CDMX, ubicado en la colonia Doctores, sí encontró elementos, primero para imputar, y luego para vincular a proceso a Rautel y a Vanessa bajo acusaciones de feminicidio. Esa fue la versión derivada de la segunda necropsia practicada al cuerpo de la joven a petición de sus familiares, en la cual los peritos capitalinos encontraron presuntas lesiones múltiples que le privaron de la vida.
Más allá de la condición en que vayan a quedar los servidores públicos adscritos a las áreas periciales y forenses de las dos fiscalías de Justicia, y de cuál vaya a ser el destino del fiscal morelense Uriel Carmona Gándara, a quien le han movido el piso personas de la vida pública nacional de gran peso político, es importante ponerse en el lugar de los padres de Ariadna Fernanda López Díaz, a quien el perverso “amigo” Rautel Astudillo (persona de dudosa reputación) fue a tirar en la carretera a Tepoztlán como si se tratara de algo desechable, prescindible.
Esto, señoras y señores, debe ser castigado con severidad. ¿Quien puede decirnos si Ariadna, solo con síntomas de broncoaspiración, estaba viva cuando Rautel Astudillo la sacó en hombros para depositarla en su camioneta y luego trasladarla a la Autopista La Pera-Cuautla? En todo momento, y esto lo vimos los mexicanos en vídeo, trató a Ariadna como basura.
Consulté el Código Penal Federal para saber si Rautel y Vanessa cometieron el delito de feminicidio, aún sabiendo que el fallecimiento pudo deberse a la broncoaspiración. No soy abogado, pero me parece que la pareja pasará una larga, muy larga temporada en la cárcel. El artículo 325 de dicho ordenamiento legal señala los detalles del feminicidio, cuando se priva de la vida a una mujer por razones de género.
Existen razones de género cuando concurra alguna de las siguientes circunstancias:
I.- La víctima presente signos de violencia sexual de cualquier tipo;
II. A la víctima se le hayan infligido lesiones o mutilaciones infamantes o degradantes, previas o posteriores a la privación de la vida o actos de necrofilia;
III. Existan antecedentes o datos de cualquier tipo de violencia en el ámbito familiar, laboral o escolar, del sujeto activo en contra de la víctima;
IV. Haya existido entre el activo y la víctima una relación sentimental, afectiva o de confianza;
V. Existan datos que establezcan que hubo amenazas relacionadas con el hecho delictuoso, acoso o lesiones del sujeto activo en contra de la víctima;
VI. La víctima haya sido incomunicada, cualquiera que sea el tiempo previo a la privación de la vida;
VII. El cuerpo de la víctima sea expuesto o exhibido en un lugar público.
Insisto. No soy abogado, pero me parece que las causales IV, VI y VII se configuraron en la muerte (y horas después) de Ariadna Fernanda López Díaz. El haber expuesto el cuerpo de la víctima en un paraje de la Autopista La Pera-Cuautla es incalificable y debe ser sancionado como feminicidio. Y la cómplice de Rautel adquirió el mismo nivel de responsabilidad. Ninguno de los dos, en el caso de una broncoaspiración a consecuencia de intoxicación alcohólica, pidió el auxilio médico de nadie. Y repito: nunca sabremos si Ariadna aún estaba viva cuando la manipuló Rautel Astudillo. Al contrario: mediante mensajes de WhatsApp urdieron un montaje para pretender librarse del delicado asunto.
Pero hay algo más, señoras y señores. La desfachatez y el enorme cinismo con el que Rautel se presentó durante el velorio de Ariadna, obviamente pretendiendo ocultar todo lo ocurrido, pero burlándose de los presentes. Es inimaginable la indignación y el coraje que debieron sentir los padres de Ariadna cuando se enteraron respecto a lo que pudo haber ocurrido con su hija en el departamento de Rautel Astudillo; y más recordándolo con su actitud hipócrita dándoles el pésame en el velorio.
La Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México considera que la violencia feminicida en México obedece a un contexto de cultura machista y misógina arraigada, pero también a una serie de factores sociales, económicos y políticos. Por ejemplo: discriminación por género, impunidad, condición social, edad, etnia y criminalidad, entre otros. Estos factores vulneran sistemáticamente todos los derechos de las mujeres al grado de poner en peligro su integridad y causar su muerte.
Estaremos atentos al desarrollo de más acontecimientos vinculados al evidente feminicidio de Ariadna Fernanda Astudillo y luego lo comentaremos en este mismo espacio.