1.- La discriminación
2.- Violencia: Lucha
3.- Convenio
4.- Peligro de la ambición
1.- Lo sufrido por Noroña es un caso de discriminación. vivido en un centro comercial, lo que sólo puede ser festejado por quienes son iguales, piensan similarmente, creen que hay lugares a los cuales no pueden ni deben llegar los que piensan que la lucha por la justicia social y la repartición equitativa de la riqueza son prioritarias para lograr la paz.
A los discriminadores sólo les falta decir qué lugares son para determinada clase social, a cuáles se puede acceder, a qué horas y en calidad de qué, lo que se creía ya superado, pero resulta que no, y el acoso padecido por el legislador del petismo, es muestra de que algunos todavía viven en el arcaísmo del pensamiento, en lo más elemental del ser humano. Sus acciones quedan al desnudo frente a los que han dejado ese estado tan primitivo, tan pedestre, que han evolucionado para entender que existe un libre tránsito y poder ir al lugar que se quiera si se tiene lo suficiente para pagar lo que se consume.
No hay un solo letrero en ese sitio en el que se dicte que está prohibido el paso a alguna persona en particular, o que tenga ciertas características; es más, ante este acto que raya en la barbarie, así como sucede en los estadios de fútbol, donde son expulsados quienes provocan actos violetos, deberían pensarse si se deja que los discriminadores vayan apoderándose de esos espacios que, en teoría, deben ser de todos, pues no hay nada que lo impida, ni siquiera el ofensivo anuncio que antes era socorrido: “nos reservamos el derecho de admisión”.
Lo que parecía ser cosa del pasado, este grupo de personas lo revivió; no han cambiado el calendario, creen que se están en sitio de exclusividad, aunque estén en un lugar tan común, así la tienda tenga un nombre en inglés y esté en un lugar donde el metro cuadrado tenga un costo prohibitivo, pero que no ha escapa a la violencia, a un costado de la ciclovía.
Ahí los autos no son todos Mercedes; son la excepción; ni tampoco se viste con, en el común, ropas que, de oferta, en NY, estén en cinco mil dólares, o tengan propiedades en Mónaco, o cuenten con registros bancarios millonarios en los paraísos fiscales, o sean de la realeza, porque eso no existe en el país.
Va quien puede pagar en esos lugares, en los cuales decoradores colocan los productos y los iluminan de tal manera que se vuelven más atractivos, con lo que su costo es más elevado, pero nada que no pueda saldar quien reciba un sueldo de 50 mil al mes, lo que se me hace absurdo si a unos cuantos kilómetros ese producto es más barato
Los descritos líneas arriba, ciertamente, no van al súper; quienes actuaron en este hecho que debe llenarles la cara de vergüenza cuando reflexionen, y con ello se sabría que no todo está perdido para ellos, que pudieran almacenar en su interior un gesto de dignidad.
Están cerca de una clase media común; es más, dudo que algunos de ellos ganen sueldos de un diputado federal, pero ¿se sienten de la alta?, ¿no será que esconden sentimiento alguno de inferioridad?. Se los dejo de tarea para que lo analicen; pensar es positivo.
2.- La lucha contra la violencia debe ser de todos los días, por erradicarla en contra del ser humano; no es cuestión de género; la violencia contra quien sea, no debería existir.
3.- Convenio entre Guerrero y Morelos, Evelyn y el Cuauh, de seguridad y procuración de justicia, lo que debe verse como un deseo de que así sea, que funcione y beneficie a los habitantes de las dos entidades tan ligadas, con un flujo constante y recíproco diario.
4.- ¡Qué peligrosa es la ambición desmedida!, por ello creo que quien quiera ser candidato a gobernador a cualquier precio, debe ser denunciado, como que pudiera ser el causante de que lleguen los oscuros al poder. A ellos lo que les importa es el cargo, el dinero, el poder y los privilegios; no les interesa Morelos ni los morelenses; sólo ellos, familiares y amigos. La ciudadanía debe estar alerta para no dejarse engañar por estos fariseos, sepulcros blanqueados, falsos redentores, a los que se les conoce por sus frutos.