• Personal instaló ofrendas en todas las áreas
• Promoción de tradiciones y cultura
Dentro de la celebración del tradicional Día de Muertos o Miquixtli, la Coordinación General de Administración promovió entre el personal de la Fiscalía General del Estado, el trabajo en equipo para instalar en las distintas áreas y en las instalaciones de todo el estado, una ofrenda en donde se ofrendan distintos aspectos para quienes ya no se encuentran en este plano terrenal.
Los trabajadores montaron distintas interpretaciones de ofrendas, y realizaron manualidades para adornar las mismas, como papel picado y mediante cartonería crearon la tradicional calavera garbancera, posteriormente conocida como “La Catrina”.
Entre las ofrendas destaca el colorido y el recuerdo de trabajadores, familiares y amigos que han partido, y se colocaron dulces, comida y bebidas para que, de acuerdo a la tradición, al regresar puedan disfrutar de aquello que les gustaba y puedan continuar su camino al descanso eterno.
El coordinador General de Administración, Homero Fuentes Ayala, reconoció la participación y entusiasmo de los trabajadores para continuar y mantener vivas las tradiciones.
Destacó que es importante impulsar la cultura y tradición en la entidad, por ello la idea central fue la de la ofrenda Tlamanalli, en donde se establecen distintos elementos para recibir a las almas que vienen desde el Mictlán a visitarnos, y que llegan con sed y hambre, por lo que les ofrecemos agua, vino y sus alimentos preferidos.
Las veladoras muestran el camino que deben seguir hasta la ofrenda y el tiempo que perduraron nuestros difuntos. Los cráneos son lo último que quedan de una persona en la tierra. Las plumas simbolizan el aire.
El brasero o copalera limpia el lugar de malos espíritus, para que las almas entren libremente. El pan de muerto simboliza los huesos de una calavera; en el centro está el cráneo y a las orillas los huesos del cuerpo. Las Flores señalan el camino desde el Mictlán, y son una festividad de colores y aromas que animan a las alamas en sus estancia y se marchen contentas.
Dentro de las ofrendas, el aserrín representa la tierra, la sal como medio de purificación, sirve para que no se corrompa y pueda viajar y volver el siguiente año. Las vasijas de barro y llenas de agua para saciar su sed, y los alimentos representan los platillos preferidos de los fieles difuntos, como pueden ser tamales, mole, arroz con leche, y calabaza en dulce, entre otros.