Nuestros admirados y queridísimos familiares y paisanos que hace años o recientemente emigraron a los Estados Unidos en pos del llevado y traído ‘sueño americano’, resultan ser cada uno de ellos en la medida de sus posibilidades, una fortaleza económica que beneficia en todo nuestro País a miles de familias y millones de mexicanos que periódicamente reciben los envíos de sus familiares lejanos en la distancia, pero muy cercanos en la solidaridad económica para apoyar, sustentar y garantizar su tranquilidad monetaria, según datos oficiales que corresponden a los meses de enero hasta agosto de este año… Las remesas enviadas por esos paisanos que por millones están en los Estados Unidos se incrementaron en un 15%, quizá por los miles de ellos que han logrado cruzar la frontera en el curso de la Cuarta Transformación más la consistencia de miles ya asentados en ese País, donde muchos se han convertido en gente de éxito y no se han olvidado de los suyos… Ese 15% de incremento a las remesas de los meses referidos equivalen a casi ¡38 mil millones de dólares!, que son uno de los mayores sustentos que tienen no sólo las familias que los reciben, sino el Gobierno y la economía nacional que se ve fortalecida frente a la crisis que en grado de debacle sufren entre 12 y 15 millones de mexicanos en desgracia por la pobreza extrema y otro tanto más que viven en pobreza… Para ellos, los beneficiados por este sustento económico compartido por los suyos, quienes laboran en centenas de trabajos desgastante en la Unión Americana pueden resultar recursos suficientes para unos o tal vez sólo un paliativo para otros, frente a la verdadera realidad que vivimos la totalidad de los mexicanos, por la crisis económica que nos embate y nos mantiene fregados en la carrera inflacionaria y carestía por lo necesario y hasta lo indispensable… Para nadie es desconocido en México, el hecho tangible que a diario tenemos que enfrentar ante la carrera alcista en los precios de todos los productos, servicios y atenciones básicas que requerimos para nuestro sustento… A manera de muestra, ahí están con su alza cotidiana en precios, todos los productos de la llamada “canasta básica” que significa el alimento de nuestra mesa familiar… Tortillas, pan, huevo, leche, carne, frijoles, habas, lentejas, arroz, sopas, harina, galletas, aceite, azúcar, sal y muchísimos productos que han dejado de estar al alcance de millones de familias, incluyendo a los que reciben el apoyo de los suyos que por necesidad se fueron al extranjero… A lo anterior, sólo sumamos a quienes tienen la oportunidad de estudiar bajo el sacrificio de las carencias por el calzado, vestuario, los útiles escolares, aparatos cibernéticos, el transporte, las aportaciones para sostener las escuelas gubernamentales, colegiaturas y quien sabe cuántas cuestiones más que en los tiempos actuales obligan a miles de escolares y estudiantes entre preescolar y universitarios, a desertar de las instituciones educativas…Por cuestiones de la salud, mejor ni hablar… Peor aún, es el hecho que enfrentan quienes parece que tienen la posibilidad adquisitiva por algunos de estos elementos básicos, pero no los encuentran en el mercado por la carestía de ellos, es decir, porque ya no se surten y no se encuentran en los exhibidores, anaqueles, mostradores o mesas, lo mismo en los mercados que en los expendios, supermercados o grandes tiendas de consumo… A grado tal está la circunstancia del encarecimiento o inflación y la carestía, que representantes de la IP y el Presidente Andres Manuel López Obradorhan tenido que sentarse para encontrar salida a este peligroso problema, que no lo pueden resolver nuestros admirados y respetados migrantes con sus remesas… ¡Ahí la dejamos! ¡Hasta mañana que será un día más!
¡REMESAS DE ALLÁ E INFLACIÓN Y CARESTÍA ACÁ!
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