Conmemoramos ya 212 años del inicio de la independencia de México. Me parece oportuno resaltar que este acontecimiento histórico ha significado un afianzamiento de nuestra democracia y la fortaleza de las instituciones para hacer de nuestra nación un México moderno: si es así, vale la pena preguntarse ¿La Independencia de México se ha consolidado realmente? O ¿La democracia política que hemos logrado se encuentra a merced de los poderes fácticos?
Las ideas libertarias de pensadores, principalmente europeos como: Locke, Hobbes, Montesquieu, Rousseau, Adán Smith y Voltaire contribuyeron en mayor o menor grado, con sus teorías y doctrinas, a los movimientos independentistas, ya que influyeron profundamente en la conciencia de las clases intelectuales de la Nueva España y de los otros dominios americanos, provocando en estos un gran anhelo por cambiar sus gobiernos dependientes de España, por una nueva existencia social y política, en la que predominaba el derecho de resistencia, para la institución de un nuevo gobierno liberal.
Con el fin de evitar violaciones de derechos o la restricción de la soberanía popular, es necesario impulsar los movimientos culturales e intelectuales, debiendo siempre utilizarse la razón como instrumento para entender y resolver los problemas sociales, culturales, políticos, religiosos y económicos de la sociedad y del hombre. Con la diferencia de que esto debe realizarse sin derramamiento de sangre; es decir, si se inicia una independencia o revolución, esta debe nacer sin el mínimo de violencia.
México ya no está para conspiraciones y amenazas, nuestro país debe nutrirse en sus instituciones con trabajo, desarrollo, lealtad y honestidad; es por ello, que las autoridades autónomas e independientes no deben estar sujetas a ningún ente de poder, más que del pueblo a quien realmente deben servir y proteger, tal y como lo exige el artículo 39 de la Constitución Política Federal.
Si bien es cierto, la sociedad evoluciona y la normativa jurídica se debe ajustar a las necesidades sustanciales de la ciudadanía; también debe ponerse mucha atención a la propuesta de reforma electoral del ejecutivo federal, en relación a la centralización, la cual conlleva a la desaparición de los OPLE´S y Tribunales Electorales Locales, lo que violenta la autonomía de los poderes y de los órganos independientes, además ponen en riesgo nuestra vida democrática; pues por el contrario, deben fortalecerse a través del federalismo, ya que solo así se logran mantener los pesos y contrapesos que tanto bien hacen a la gobernanza del Estado mexicano.
Refrendar nuestra cultura, historia y tradiciones, sin la contaminación de un mundo globalizado, fortalece nuestra identidad y nos permite sentir orgullosos de nuestra gran nación, por ello debemos respetar la esencia política y social que rige nuestra república, pues solo de esta manera se puede alcanzar la Nación independiente, libre y soberana de nuestro bello México.