Platicaba con un Amigo, un joven de 24 años, egresado de la UTEZ, acerca de su partida al extranjero para hacer sus estudios de post grado a la vez que laborará en la industria de la construcción para sostener su colegio.
A mi pregunta de porque se iba, respondió con enojo y tristeza: “México es un cochinero, es un país inseguro, hay corrupción en toda parte, ejemplo Cuernavaca llena de baches, de basura, obscura, insegura, vicio por doquier, sin fuentes de empleo. Todo propiciado por el sistema político de siempre”
En Canadá, a donde se dirige comenta: “allá pagas impuestos y estos son aplicados a los servicios citadinos, servicios que te dan seguridad y confort de vida, aquí el gobierno se los friega y nos deja peor de lo que estábamos, allá voy a pagar por estudiar, pero tendré trabajo para ganar y poder hacerlo, aquí no hay empleos”
En antaño existía en la Ciudad de México una escuela privada llamada Instituto Patrulla que mediante un popular anuncio radiofónico invitaba al respetable a inscribirse a los más diversos cursos promovidos, en donde lo mismo había espacio para ser detective privado que para aprender a bordar chalecos de flores de migajón. Desde ahí, el concepto de ese recinto del saber fue asimilado popularmente por la raza como sinónimo de ¡educación patita!
Hace tiempo, Alejandro Gertz Manero que es un abogado y político mexicano, actual fiscal general de la República, siendo el encargado de dirigir a una de las instituciones más polémicas de la capital, la Secretaría de Seguridad Pública, dio inicio a lo que en pocas palabras se conocería como ¡la nueva policía al servicio del ciudadano! Poco tiempo después, clausuró ¡exitosamente! los primeros cursos destinados a la instrucción policial, que buscaban renacer a los añorados policías de barrio.
Pero mientras el secretario se dedicaba en cuerpo y alma a la entrega de Diplomas, Certificados, Títulos, a los elementos que se graduaban, entre la tropa se escuchaba:
“Ramírez, no es justo parejita que estos monos nos vengan con sus clasecitas a sacarnos de la calle, del bisne y de sobra nos pongan a esos morros que nada saben y hasta presumen de ser detectives”
Con el tiempo y los resultados obtenidos de ineficacia, ineficiencia y corrupción permanente demostraron que los cursos se basaron en enseñanza patito, exhibieron la pésima docencia impuesta por un hombre que vivía y sigue viviendo en el ostracismo de regímenes anteriores, uno de ellos, hizo la mayor ofensa a las fuerzas armadas mexicanas al nombrar General de División a Arturo Durazo Moreno quien fuera jefe del Departamento de Policía y Tránsito del Distrito Federal, durante el sexenio del presidente José López Portillo, sin que este hubiera sido alumno de alguna institución de enseñanza militar, se le distinguió con ese alto grado solo por Decreto de su amigote el presidente de la república.
Una farsa más de este gobierno que está basada en el engaño, en la mentira sin escrúpulos, creando falsas quimeras y timando de una forma irresponsable y antiética a cientos de jóvenes que han acudido presurosos al llamado de las Universidades para el Bienestar Benito Juárez, ignorantes de que dichas universidades no cuentan con el reconocimiento de validez oficial de estudios que emite la Secretaría de Educación Pública, no pueden tener ni tesis, ni título profesional.
Por lo tanto, al igual que aquellos alumnos del Instituto Patrulla, los jóvenes de Colima, de Oaxaca, de Guerrero, de cualquier parte que la 4T haya estigmatizado, no serán ingenieros, ni licenciados, ni doctores, ni veterinarios. Sus conocimientos serán técnicos, pero ofrecidos falsamente como profesionales.
No es por esa razón que hoy importamos Médicos de Cuba bajo el absurdo pretexto de que en México no existen especialistas, no, es otra razón idiotizante de adoctrinamiento socialistoide del mexicano marginado y que es engañado por la 4T.
El presidente López Obrador comete errores al improvisar ante el escenario repleto, promete cosas inalcanzables como la de crear dos mil universidades Benito Juárez para sustituir, para cancelar a las Universidades Públicas, para ello necesita más de 4 mil millones de pesos, además de los tres que le ha costado el chiste universitario, prometió que a los tres mil egresados de esas universidades que yo llamaría “patito” les dará trabajo en el gobierno federal, que ironía, ofrecer empleos cuando ha ordenado la reducción de las plantillas en todas las dependencias federales, eso es un crimen social.
Las luchas por la autonomía universitaria de Don Justo Sierra, Antonio Caso, Agustín Yáñez, Jaime Torres Bodet, de José Vasconcelos, de la UNAM, de Froilán Parroquín García, de Don Teodoro Lavín González, del Lic. Carlos Celis Salazar, del licenciado Bernabé L. De Elías de la UAEM, se verán frustradas ante el decreto de un hombre que vive en el ostracismo de fracasadas ideologías socialistas
“’Por mi raza hablará el espíritu, lema que significa la convicción de que la raza nuestra elaborará una cultura de tendencias nuevas, de esencia espiritual y libérrima”, dijo José Vasconcelos y “Por una humanidad culta” expreso mi estimado profesor Bernabé L. De Elías
Amigos como siempre les dejo un saludo con mucho afecto.