La creación de la Internet se remonta a los años 60 del siglo pasado. Todo inició en plena Guerra Fría, cuando los Estados Unidos comenzaron a operar lo que entonces fue una pequeña red de uso exclusivamente militar, llamada ARPANET, compuesta por cuatro computadoras distribuidas en diferentes universidades, conectadas entre sí, con el objeto de poder contar con información en caso de un ataque ruso.
Para 1971, ya eran 40 las computadoras conectadas a este nuevo sistema de comunicaciones, cuya teorización inicial fue concebida por Joseph Carl Robnett Licklider, en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (IMT, por sus siglas en inglés), pionero en la computación interactiva moderna. La evolución de la ARPANET llevó la introducción en los años noventa de la World Wilde Web (www), que rápidamente se esparció por el mundo y a la que hoy llamamos “ciberespacio”.
El ingenio de los desarrolladores de aplicaciones informáticas trajo consigo la creación de lo que la Real Academia de la Lengua Española denomina Plataformas digitales de comunicación global, cuyo objeto es poner en contacto a un gran número de usuarios en forma simultánea y tiempo real, o sea, al instante. Pronto surgieron las primeras redes sociales como Friendster, MySpace, Orkut y hi5. Hoy tenemos otras que han ganado la mayor parte de ese mercado y a las que pertenecen miles de millones de personas en el mundo: Facebook, Youtube, Twitter, Instagram y Tik Tok, por ejemplo.
De lo militar, las redes dieron paso a la inclusión de temas comerciales, sociales, religiosos, políticos y demás. Estos últimos, los políticos, han cobrado gran relevancia en los últimos años, incluso ya son consideradas parte fundamental en las campañas electorales y en el ejercicio de gobierno cotidiano. Andrés Manuel López Obrador es un claro ejemplo de ello, ya que su estrategia de comunicación institucional, política y electoral se basa en el uso de las redes sociales, tanto o más que en los medios de comunicación tradicionales, con los que mantiene un abierto conflicto y enfrentamiento, por los continuos ataques y descalificaciones que hace contra ellos.
Tanto gustó al hoy presidente que las redes sirvieran para su causa que las bautizó como las “benditas redes sociales”. Sin embargo, cuando éstas no permiten que los usuarios violen las reglas establecidas, se inconforma y se queja. Ha llegado a criticar a Twitter por sancionar a Donald Trump, luego de que su empecinamiento por acusar de fraude electoral en su contra costara la vida de varias personas en el capitolio.
Andrés Manuel no entiende que las redes sociales son empresas privadas y como tales tienen sus reglas y no están a disposición o contentillo de los intereses personales de los políticos. Esas redes que en un momento fueron un gran apoyo a su candidatura, pronto podrían convertirse en un fuerte dolor de cabeza para el mandatario. Desde enero del 2021, tuvo la ocurrencia de crear su propia red social, como los chinos, tener sus propias redes para que solamente él ponga las reglas del juego. Nada más que ya se dieron cuenta de que eso no es tan fácil de lograr.
Y para iniciados
Hoy esta programada la visita a Morelos de la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana del gobierno Federal, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, a quien todo se le resbala: los más de 120 mil asesinatos violentos, la militarización de la seguridad pública, la corrupción que prevalece al interior de las corporaciones policíacas… en fin. La encargada, por orden presidencial, de los abrazos y no balazos, pasó del periodismo, ya que en sus inicios trabajó en Televisa Radio, El Universal, la Afición y La Jornada, a la administración pública, siempre bajo la protección de AMLO. Sin experiencia alguna en seguridad pública, pero con el 100% de lealtad al presidente, manejable y sumisa al poder, ya veremos qué historia nos viene a contar de lo mucho que se ha logrado en materia de seguridad y que lo que vivimos los ciudadanos a diario es porque tenemos otros datos.
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