¡Vaya inicio de semana! Dos noticias que, si bien no causan sorpresas, si confirman nuestras expectativas.
Con el argumento de cambiar la política excluyente de Estados Unidos hacia dentro de la Cumbre de las Américas y ejercer el respeto a la soberanía de los países, ayer, el presidente López Obrador declaró que no asistiría, en su lugar estará el Canciller Marcelo Ebrard representando a México.
Con esa decisión de no asistir a la Cumbre, López Obrador pierde la oportunidad de retomar el liderazgo de América Latina que México tenía, perdiendo a la vez la confianza del presidente Biden al carecer de esa imagen que lo haría el ideal interlocutor con los países de América Latina incluidas las dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
Liderazgo que fue repudiado por el ex presidente Vicente Fox en el 2012 con la infortunada expresión “Comes y te Vas” dictada al líder histórico de la revolución cubana, Fidel Castro Ruz en afán de confortar sumisamente al gobierno estadounidense.
Al estar en el pleno de la Cumbre de las Américas, el presidente mexicano pudo haber expuesto los grandes problemas que los países de Latinoamérica padecen. Pobreza, marginación, inseguridad, salud, migración desmedida, podría atender de viva voz el cadalso que ayer iniciaron los más de 5000 centroamericanos que partieron de Tapachula, Chiapas hacia el norte de nuestro país pretendiendo cruzar a la Unión Americana.
Hace poco, AMLO, lamentó que EU no haya dado los recursos que se comprometieron desde hace cuatro años, y en cambio, haya destinado una suma mayor a Ucrania, en el marco de la guerra con Rusia.
Esa actitud dubitativa del mandatario mexicano deja en el descobijo a cientos de guatemaltecos, hondureños, salvadoreños, caribeños que esperanzaban solucionar el desarraigo obligado de sus países y la negación del sueño americano. Ni que decir de los miles de mexicanos que ya se apostaban a sumarse al paquete que pudiera haber negociado Andrés Manuel.
Las cinco economías más pudientes de Latinoamérica estarán representadas por sus presidentes menos la mexicana, sin duda carecerá su intervención de la fuerza que requiere, pero que se niega desde presidencia.
¿En dónde quedo esa aguerrida postura ante los gobiernos imperialistas que de siempre a desplegado el mandatario mexicano? Está tratando de reivindicar a gobiernos dictatoriales que difícilmente serán admitidos por los estadounidenses. La no asistencia es un incidente lamentable que incomoda al gobierno americano, pero no trascendente más allá de lo que no se pueda esmerilar con personajes que realmente tengan posición de estadistas, Marcelo Ebrard y Ken Salazar.
En otra nota, el experimento electoral que vivimos el domingo pasado en seis estados de la república, Oaxaca, Hidalgo, Durango, Aguascalientes, Tamaulipas y Quinta Roo nos deja claro la tendencia en la política electoral hacia a un bipartidismo, liberales y conservadores.
El PRI está en su decadencia total, le quedan solo dos estados de los 30 que tenía en 1997, en aquel entonces, Baja California Norte pertenecía al PAN Y el Distrito Federal con el PRD a la izquierda de López Obrador.
Morena aparentemente se consolida como gobierno en el poder al sumar dos terceras partes de la república mexicana y que todo apunta a una elección de carro completo para el 2024. Es evidente que la hegemonía que hoy tiene como gobiernos le da esa certeza, sin embargo, una profunda escisión ha dejado secuela ahora más que nunca, morenistas desplazados por los ungidos desde Palacio Nacional alojan un dejo de resentimiento conllevando un alto riesgo para que Morena no gane los comicios de 2024
El tema es que la vulnerabilidad de Morena se agudizará para el próximo año porque en los dos últimos bastiones que le quedaban al PRI, Estado de México y Coahuila, parece que la alternancia será para después.
Hasta hace poco se anticipaba una derrota tricolor en ambas entidades, pero ahora, como están las cosas, podría ocurrir un viraje de 180 grados en las preferencias de los electores para darle su voto a la coalición conformada por el PRI, PAN y PRD, aunque no hay que perder de vista a Movimiento Ciudadano y al candidato que presentarán en la región mexiquense.
El mapa político del País se transformó para el 2023, se avizora la madre de todas las elecciones, la presidencial, allí veremos el comportamiento de los precandidatos de Morena que no se vieron favorecidos con el “dedazo”, seguramente buscarán otros espacios políticos para continuar en la grilla y eso de suyo mantendrá en un vilo el resultado de las elecciones presidenciales.
Ayer vimos al presidente Andrés Manuel López Obrador realmente molesto por no haber conseguido dos cosas, abatir el abstencionismo con su convocatoria y no ganar las seis gubernaturas en disputa.
Morena no pudo demostrar su potencia partidista, empleó la misma estrategia que en los últimos tres años: colgarse de la imagen de AMLO y de sus programas sociales. Lo que sigue será una disputa entre la alianza de los partidos afines a MORENA contra la alianza del resto de los partidos pequeños, los liberales contra los conservadores.
Amigos como siempre les dejo un saludo con mucho afecto.