En términos generales, la evaluación de los primeros meses de José Luis Urióstegui Salgado, al frente del Ayuntamiento de Cuernavaca, ha sido positiva. Los indicadores sobre su desempeño son mayormente favorables, sobre todo, si se considera el contexto en que inicia su gestión.
Son muchas las cualidades y los atributos que se pueden medir para evaluar la imagen pública. Entre ellas, su capacidad para resolver problemas, su fuerza y entereza, su cercanía con la gente, su experiencia y preparación, si cumple su palabra y demás. Pueden llegar a ser hasta 32 variables diferentes, según el modelo de investigación que se utilice.
En la coyuntura actual, ahora que la principal bandera del presidente de la República es la lucha contra la corrupción, la percepción sobre la honestidad del gobernante resulta clave, pues la sociedad está cansada de ver cómo llegan a los puestos púbicos y comienzan a enriquecerse en forma acelerada, sin que corresponda su nivel de ingresos al incremento de su patrimonio y la elevación de su calidad de vida.
La mayor fortaleza de Urióstegui Salgado, entre los indicadores medidos por Consulting & Research Estadística Aplicada e Irradia Noticias, acerca del primer tramo de su gobierno, es la percepción que se tiene sobre su honradez, atributo o cualidad, que significa un activo crucial en un municipio y un estado en el que la calidad moral de los gobernantes ha dejado mucho que desear.
Ahí no hay medias tintas. O la sociedad califica al gobernante como honrado o como corrupto. No se puede hablar de medio honrado o medio corrupto. Lo verán de una u otra, pero de manera tajante. Por eso, resulta llamativo que el 67% de los encuestados haya expresado que tiene la impresión de que José Luis Urióstegui es un presidente municipal honrado, contra sólo 17% que manifiesta lo contrario. Por si sólo, este indicador muestra que la honradez del alcalde capitalino es una de sus mayores fortalezas.
Sin embargo, hay un indicador sobre el que deberá poner mucha atención. Se trata de la percepción respecto a los logros de su administración. Casi la mitad de los entrevistados (40%) declaró que no percibe ni muchos ni pocos, el 22 por ciento que son bastantes y muchos, mientras un 30% que son pocos o nada.
Hasta los ciudadanos que guardan ciertas reservas o de plano son críticos, a la hora de evaluar su gestión, tienen conciencia de la difícil situación en que recibió la administración municipal y que todavía tiene tiempo para dar los resultados que la sociedad espera. El 58% declaró que sí está enterado de las condiciones económicas en que la recibió el hoy alcalde. El 35% contestó que no estaba enterado.
Entonces, y en suma, dos muy importantes variables, que representan, a la vez, oportunidades y riesgos para Urióstegui Salgado, son la precepción de su honestidad y los logros de su gestión.
Y para iniciados
La instalación del Frente Cívico Nacional en Morelos, encabezada por el senador Emilio Álvarez Icaza y Guadalupe Acosta Naranjo, en la que reapareció públicamente el exgobernador Graco Ramírez, el fin de semana pasado, podría denominarse como la “reunión de los cartuchos quemados”. Si su intención es capitalizar el descontento popular con la gestión de Cuauhtémoc Blanco, quien no ocupa el último lugar entre los gobernadores porque David Monreal lo está haciendo todavía peor en Zacatecas, se equivocaron rotundamente. Resucitar la confianza de los electores en personajes como los que se presentaron se antoja como que misión imposible.
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