En un acto sin precedentes, a través de las redes sociales oficiales, el alcalde capitalino, José Luis Urióstegui Salgado, ofreció disculpas públicas a las personas que fueron afectadas por la actuación de la policía municipal el pasado 14 de abril. Reconoció que la policía debió preservar los derechos de las y los manifestantes.
Urióstegui Salgado, presidente municipal de Cuernavaca, enfrenta su primera crisis de comunicación institucional, luego de seis días de ocurridos los hechos en los que fueron aseguradas las manifestantes en la zona norte de la ciudad. Esta ya es una crisis propia, diferente de la económica y financiera, que heredó de las pasadas administraciones. Está saliendo al paso, al mostrarse dispuesto a dialogar, siendo congruente y autocrítico.
No había otra manera sensata de proceder, pues de acuerdo con los postulados del derecho natural, es decir, derechos que deben tener todos los seres humanos, con independencia de sus características particulares como el género, la etnia, su orientación ideológica y demás, los derechos humanos no dependen de los ordenamientos jurídicos vigentes en un momento o lugar determinado, sino son los derechos humanos los que deben ser la fuente de los ordenamientos legales.
Entonces, los derechos humanos son, en esencia, bienes superiores que deben ser protegidos, por encima de las regulaciones de carácter administrativo e incluso penal. Sin embargo, en la práctica, aun con todas las firmas de pactos y tratados internacionales en la materia, subsisten y se producen continuas violaciones a estos derechos, que son reclamadas tanto por individuos en lo particular como por los colectivos de la sociedad civil.
Los juristas coinciden en que el respeto a los derechos humanos es fundamental para crear condiciones que permitan una relación integrada entre la persona y la sociedad, mismos que son necesarios para su realización, a través del ejercicio de las libertades, entre ellas, las de expresión, de asociación y de manifestación.
De ninguna manera se trata de justificar y menos alentar el daño al patrimonio cultural ni a la infraestructura de la ciudad, sino de reparar, de reflexionar en que, si la autoridad hiciera caso a las demandas sociales, escuchara y cumpliera con sus obligaciones no habría necesidad de manifestaciones como la que vimos. Asimismo, si los policías y sus mandos estuvieran bien capacitados la historia hubiese sido diferente.
Este asunto todavía no termina, pero ya existe el compromiso público de Urióstegui Salgado de coadyuvar institucionalmente para la localización de la menor sustraída y de todos los demás casos de este tipo en los que se requiera su colaboración. Finalmente, también acordó con los colectivos feministas que se llevarán a cabo las investigaciones pertinentes para deslindar responsabilidades, la reparación integral del daño a las personas que fueron detenidas, así como la impartición de cursos y talleres al personal del ayuntamiento.
El problema de fondo no son las pintas, las marchas o los plantones, sino que estas acciones de la sociedad son producto de la falta de justicia y respeto a los derechos humanos. Enhorabuena por la reflexión del acalde, porque tomó la decisión correcta: ponerse del lado del respeto a los derechos humanos.
Y para iniciados
La sustitución del diputado número 20 de la actual Legislatura terminará en tribunales, sea cual sea la decisión que tome el Congreso local y la posición que asuma el IMPEPAC, al respecto. La opción con más probabilidades es que sea llamado Roberto Yáñez Moreno para rendir protesta y ocupar la curul. Sin embargo, nada garantiza que tras las impugnaciones que sobrevengan se mantenga como legislador el resto del periodo constitucional. Los tribunales podrían echar abajo cualquier decisión local en torno a este tema, e incluso hasta dejar vacante la posición, pero Yáñez podría volver a ser diputado, al menos por un tiempo.
La información es PODER!!!