Sirvan las primeras líneas de mi comentario para enviar nuestras condolencias a la familia Yáñez Vázquez por el sensible fallecimiento de quien fuera diputado a la LV Legislatura local, don Juan José Yáñez Vázquez, deseando que Dios lo tenga en su Santa Gloria. De igual forma, vaya un abrazo solidario a los hermanos Roberto y Julio Yáñez Moreno.
Pero la vida continúa y mucho más dentro de una institución tan politizada y partidizada como lo es el Congreso de Morelos, donde aún predomina el divisionismo entre dos grupos: el llamado Grupo de los 11 diputados o G-11, que a veces es de 12 gracias a la movilidad del legislador morenista Arturo Pérez Flores, y el Grupo de los 8, que en ciertas ocasiones es de nueve por el dinamismo del ya citado Pérez Flores.
Por ahora, a los observadores políticos solo nos queda especular respecto a los escenarios posibles en el Congreso tras la muerte de Juan José Yáñez Vázquez, quien era el suplente de su sobrino Julio Yáñez Moreno, cuya candidatura inicial fue con el carácter de “diputado indígena”, lo cual se combatió ante el Tribunal Estatal Electoral (TEE), cuya sentencia fue en contra de Yáñez Moreno, cancelándole el registro y por ende la posibilidad de incursionar en la LV Legislatura. Inconforme, dicho personaje recurrió a la Sala Auxiliar del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TRIFE), buscando derrumbar la sentencia del tribunal local y que se le reconociese ahora la figura de candidato a “diputado ciudadano” y no “indígena”, lo cual tampoco le fue concedido. Fue así como su suplente, es decir su tío, el ahora finado Juan José Yáñez Vázquez, ocupó la curul respectiva en el Congreso de Morelos, hasta que enfermó y finalmente falleció.
Pero apareció un vacío legal en torno a la curul vacante. La semana pasada ya lo había advertido la presidenta del Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (Impepac), Mireya Gally Jordá. Indicó que ante la posible falta definitiva del diputado Yáñez Vázquez por problemas de salud, el espinoso asunto no debería ser resuelto por el Impepac, al quedar vacante la curul. En el marco jurídico morelense no existe cómo resolver el caso y, según Mireya Gally, estaría “en la cancha” del Congreso solucionarlo y opinó que la mayoría calificada de 14 votos se reduciría a 13. Pero hay quienes no opinan lo mismo.
Ninguna ley de Morelos, mucho menos la Constitución Política local (y creo que tampoco la federal), otorgan al Congreso la facultad de nombrar un nuevo diputado, aunque este domingo los legisladores Francisco Sánchez Zavala y Eliasib Polanco se aceleraron y proyectaron la idea de que “podría llegarse a un gran acuerdo parlamentario” entre todos los diputados, a fin de encontrar el mecanismo para hallar al relevo del finado Juan José Yáñez Vázquez, lo cual a todas luces sería ilegal y combatible en instancias electorales superiores al Impepac. Empero, me parece que la mayoría calificada de 14 votos sigue intacta, pues la falta definitiva de un diputado no la altera, pues es constitucional. En este contexto, el G-11 ahora sí es G-11 gracias a la movilidad de Arturo Pérez Flores. Y ahora es cuando el G-8 deberá demostrar si está o no fusionado, a fin de evitar una marrullería parlamentaria tal como lo comenzaron a manejar ayer dos miembros del G-11.
Eliasib Polanco se refirió este domingo a la prelación, es decir a encontrar al relevo mediante “un gran acuerdo” parlamentario. Para él y otros legisladores sería estupendo que Roberto Yáñez Moreno fuera el sucesor de su tío, pues iba en el tercer sitio de la lista de plurinominales del Partido Morelos Progresa. Dentro del marco legal existe la posibilidad de hacer la suplencia en base a la paridad de género, pero quien sustituya al recientemente fallecido legislador debe ser hombre y no una mujer, pues en el Congreso local ya está distribuido el poder de manera paritaria: 50 por ciento hombres, 50 por ciento mujeres.
Pero, insisto, esta complicada operación (conseguir un legislador varón) no sería legal, ante lo que surge la inevitable pregunta: ¿Quién deberá resolver y hallarle la constitucionalidad al tema? La respuesta pudieran tenerla, en primera instancia los magistrados del Tribunal Estatal Electoral, emitiendo tal vez una opinión. Y en las mismas circunstancias pudiese buscarse la opción del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Aquí vuelvo a preguntar: ¿Sería una simple opinión o una sentencia? Lo anterior dependerá del planteamiento que formule el Congreso.
Polanco está bastante equivocado cuando indica que “no está estipulado en la ley quien queda en caso de faltar el suplente, por lo que, para evitar la falta de representatividad, buscaremos un gran acuerdo con todas las fuerzas políticas (…) con base a la lista de otros candidatos a diputados plurinominales”. Este discurso, definitivamente, carece de sustento jurídico. Y si no, al tiempo. Mientras tanto, la parálisis legislativa y el enfrentamiento siguen, en perjuicio de los morelenses, debido a la representación social fallida.