Los primeros cien días de un gobierno resultan emblemáticos. Son diferentes las aplicaciones y connotaciones que se han dado en muchos países a estos periodos a lo largo de la historia. En suma, hacen referencia a los resultados que una administración ofrece a los ciudadanos que gobierna y usualmente son un punto de referencia para evaluarlos y hasta un pronóstico de su éxito o fracaso.
El caso más conocido es el de Napoleón Bonaparte, quien después de haberse exiliado en Elba y dar una lucha sin tregua contra la monarquía que lo había derrocado, regresó a París para retomar el control de su imperio. Sin embargo, duró poco y Luis XVIII regresó al trono de Francia, poniendo fin al imperio y a las guerras napoleónicas.
En Estados Unidos, los cien días fueron marcados por una expresión que utilizó el entonces presidente, Franklin D. Roosevelt, para informar al través de una emisión radiofónica sobre las medidas que tomó para enfrentar la Gran Depresión, mismas que en su conjunto se conocen como The New Deal o El Nuevo Trato y significaron una transformación de fondo de las políticas económicas norteamericanas.
En Cuba se usa para referirse históricamente al efímero gobierno de Ramón Grau San Martín y en Colombia, un caso más parecido a los de México, se usa para referirse al lapso de gracia, es decir, al tiempo durante el cual el pueblo y la opinión pública otorgan su voto de confianza, el beneficio de la duda a una nueva administración.
Si esos primeros cien días se aprovechan y se usan bien, el gobierno gana credibilidad. Se espera que será un gobierno que irá cada vez mejor. Pero si no, lo que siga en su gestión se advierte como el advenimiento de malos resultados.
José Luis Urióstegui Salgado, presidente municipal de Cuernavaca, adelantó buena parte de lo que mañana informará y detallará su equipo de trabajo acerca de los primeros cien días de su gestión. Reconoció el rezago en “varios temas por atender en la ciudad”, pero afirmó que “se avanza en medio de las ruinas en que fue recibida la administración”. Habló de que “se están sentando las bases para una planeación del desarrollo del Ayuntamiento” (o sea, apenas se están sentando pues, falta que terminen de sentarse para poder planear) y de los programas que han emprendido.
En congruencia con la idea de dar el beneficio de la duda al gobierno de Urióstegui, vamos a estar muy al pendiente del informe y a tomar en cuenta el pésimo estado en que lo recibió, por supuesto. Pero no sólo eso, también haremos un estudio técnica y metodológicamente bien estructurado para saber cuál es la opinión de los habitantes en torno a estos primeros cien días. Estos estudios no son nuevos, todo lo contrario, solamente se trata de aplicarlos, como usualmente lo hacemos.
Si usted forma parte de los ciudadanos a quienes toque ser entrevistados, agradeceremos mucho su participación, contestando las preguntas de nuestros encuestadores. Y, claro que sí, presentaremos los resultados aquí, en Irradia Noticias.
Y para iniciados
Los señalamientos por la situación de los derechos humanos en México ya rebasaron las fronteras. La ONU, en su informe más reciente, criticó el creciente nivel de desapariciones forzadas, las restricciones a la libertad de expresión y los ataques a los comunicadores. Hay alerta por la impunidad y la responsabilidad de servidores públicos en estos casos, así como por la militarización llevada a cabo por el gobierno de López Obrador. Pero ya casi podemos escuchar al presidente descalificando a la ONU y diciendo que esas críticas vienen de los conservadores, fifís y golpistas que se oponen a su gobierno cuatritransformista, en lugar de tomar cartas en el asunto y corregir el rumbo. Dice el refrán, que no hay peor sordo que aquel que no quiere escuchar.
La información es PODER!!!