- Avanza el estado de salud de la derechohabiente y su bebé
- Los médicos disminuyeron cualquier riesgo durante la cirugía
Una paciente con embarazo de alto riesgo ingresó al Hospital General Regional con Medicina Familiar (HGR/MF) No. 1, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Morelos, fue atendida con éxito por un equipo multidisciplinario de especialistas.
La ginecóloga y obstetra Olivia Nieto Delgado, adscrita al HGR/MF No. 1, indicó que la paciente ingresó a las 36.1 semanas de gestación y fue evaluada como un “embarazo de alta complejidad” por la edad materna avanzada (44 años), por ser un embarazo por transferencia de embriones, antecedentes de COVID-19, placenta previa total y acretismo placentario focal.
De acuerdo con la médica, como lo establece el protocolo del Seguro Social, la paciente presentaba una placenta previa total (estaba implantada en el cérvix), por lo cual era necesaria una cesárea, así como un tratamiento conservador para controlar una posible hemorragia.
La doctora Nieto Delgado explicó que la paciente presentó diversos cuadros de sangrado; ante esto, en su última hospitalización se determinó la necesidad de interrumpir el embarazo.
Por antecedentes se propuso y se realizó un plan quirúrgico: cesárea tipo keer, desarterialización selectiva técnica Abd-Rabbo y ligadura compresiva técnica Ho-Cho.
“Posterior a la intervención quirúrgica, que fue todo un éxito, la derechohabiente subió directo a hospitalización y únicamente se mantuvo vigilancia estrecha”, destacó la especialista en Técnicas Quirúrgicas Avanzadas (Tequiav).
Agregó que la mujer respondió positivamente y nunca requirió transfusión sanguínea o de plasma, y tampoco atención especializada en la Unidad de Terapia Intensiva del HGR No. 1. Asimismo, señaló que el bebé, a pesar de ser prematuro, no tuvo necesidad de apoyo de oxígeno o de incubadora. El bebé pesó 2 kilos y 925 gramos y midió 47 centímetros.
“Mediante la capacitación que recibimos los médicos del IMSS es posible mantener una actualización constante de técnicas de ligadura de compresión, de técnicas de desarterialización (tratamiento para la atención de hemorragia obstétrica), entre otras, las cuales se comparten con los compañeros y son puestas en práctica en las pacientes que lo requieren, con resultados favorables”, dijo.
Por su parte, la ginecóloga obstetra y colposcopista, adscrita al HGR No. 1 del IMSS en Cuernavaca, Yadira Joya Mártir, quien formó parte del equipo de médicos que asistió a la derechohabiente, detalló que este tipo cirugías siempre son un reto, pero existe la posibilidad de planearlas por el grado de dificultad.
“Considero que es un caso de éxito esta cirugía porque el objetivo fue disminuir otras comorbilidades a la paciente, planificando dicho procedimiento como estaba programado”, mencionó la médica.
Ambas especialistas en Ginecología coincidieron que detrás de esta cirugía hay un trabajo en equipo integrado por el personal de enfermería, anestesiólogos, instrumentistas, del personal del banco de sangre y administrativos del nosocomio.
“Agradezco a todos los médicos, enfermeras y trabajadores de distintas áreas, porque desde mi ingreso al área de Tococirugía en Plan de Ayala estuvieron siempre pendientes de mí y el bebé”, compartió la madre.
Describió que desde su ingreso al área de COVID-19 semanas antes del parto, la atención fue oportuna por parte de los doctores y después de superar esta enfermedad se programó la cesárea, pero ante las circunstancias los médicos tuvieron que adelantar la cirugía.
En este sentido, hizo un llamado a todas las mujeres embarazadas a vacunarse contra el coronavirus porque “la enfermedad existe” y con el biológico los síntomas respiratorios pueden ser leves. “De esta manera, recomiendo a todas las mujeres que en este momento están en gestación depositen toda su confianza en los médicos del IMSS, porque son muy profesionales en lo que hacen y, como en mi caso, pueden sacar adelante su parto”, concluyó la derechohabiente.