Y después del 8 de marzo… ¿qué cuentas se han entregado en todo el mundo acerca del avance de las mujeres por sus derechos y la no violencia?
El 8 de marzo pasado, por todo el mundo hubo marchas de mujeres, conmemorando el día internacional de nosotras, un año más reclamando la igualdad de nuestros derechos y la no violencia ni la discriminación, con gran algarabía, se llevaron a cabo cientos de eventos para reconocer la trayectoria o la lucha de las féminas por los derechos de todas; sin embargo, existe una gran paradoja que nos lleva a considerar que no obstante la visibilización y el reclamo por el respeto de los derechos de las mujeres en todos los sentidos y, en todo el mundo sigue siendo un grave rezago en la materia, incluso podríamos decir que con motivo de la pandemia, que aún azota al mundo, ha habido un enorme retroceso en todo lo que se había ganado o bien, estamos en las mismas condiciones.
La afirmación, tiene su razón de ser en que por ejemplo, en México se siguen asesinando a 10 o más mujeres al día, es decir el feminicidio sigue siendo la expresión más violenta en contra de las mujeres, sin contar que los centros de justicia, todos los días reciben cientos de llamada de auxilio de mujeres que están siendo violentadas, en múltiples formas.
Nos queda claro que el confinamiento, el desempleo y el incremento desproporcionado de la carga de cuidados familiares contribuyeron a agudizar el problema, pues muchas mujeres se encontraron, de pronto, sin empleos, excluidas de la economía, por las medidas sanitarias, se quedaron a cargo de las tareas del hogar y a ello se le sumó que se tuvieron que volver hasta maestras en el apoyo a los hijos por el cierre de las instituciones educativas.
Este retroceso en los logros femeninos es tan evidente y grave que el propio Secretario General de Naciones Unidas, Antonio Guterres, ha dicho que “la pandemia representó, en algunos casos, un retroceso de hasta 10 años de n derechos ya conquistados y consagrados de las mujeres”
Así que, este año 2022, debemos tener claro que es imperativo superar ese rezago, que si de por si, la situación hace dos años, que ya era mala, ahora el reto será remontar ese retroceso y avanzar en las transformaciones necesarias para sociedades más justas e inclusivas. Es decir, menuda encomienda que tenemos en todas las sociedades del mundo, si es que queremos seguir conservando esa calidad.
Ahora bien, desafortunadamente la problemática no es solo en México, sino en todo el mundo, pues según cifras de la CEPAL, en 2020 más de 4,091 mujeres latinoamericanas fueron víctimas de feminicidio, pese a la visibilizacion y condena social y las llamadas a las líneas de apoyo contra la violencia en el hogar, creció alarmantemente precisamente teniendo como causa originadora lo ha dicho, el confinamiento y sus consecuencias, el desempleo y la fuerte reactivación de los estereotipados roles de género; y con esas conductas violentas también se derivaron los llamados “daños colaterales” que incidieron precisamente sobre los hij@s de todas esas mujeres. Aunado a ello, las mujeres en Siria, en Paquistán o Ucrania son las más afectadas por las decisiones políticas.
En nuestro país, según datos del secretariado nacional del Sistema de seguridad pública y de activistas feministas, quien 650 de los 2000 municipios de todo México, se han documentado 25 alertas de violencia de género, en 22 entidades federativas.
Y cómo ese dato, lamentablemente, Diversos grupos de la sociedad, sobretodo feministas han documentado 20 datos muy serios, entre los que destacan cómo ya lo dijimos el aumento de los casos de Feminicidios, a los que se suman, Qué los meses de Mayo y agosto de 2021 Tuvieron máximos históricos de violencia familiar y Feminicidios; se rompió el máximo histórico en delitos de violación, al acumular 21,188 denuncias, que es 28% más que en 2020 (16,544); por su parte, el Consejo Nacional de Población (Conapo) informó en 2021 que cada día hasta 1,000 mujeres menores de edad tuvieron un bebé; también estimó que durante el confinamiento por la pandemia, los embarazos infantiles aumentaron 30%; De 12,918 menores de edad que fueron atendidos en hospitales por violencia familiar en 2021, 88.3% eran niñas y mujeres adolescentes, de acuerdo con Redim. Además, 6,321 niñas y mujeres adolescentes fueron atendidas por violencia sexual; Alrededor de 21.2 millones de mujeres estaban excluidas del mercado laboral al cierre de 2021; solo 4.6 millones se vieron afectadas directamente por el desempleo, el resto (13.8 millones) no tiene oportunidad de buscar empleo por la carga de tareas domésticas y de cuidado, reporta Acción Ciudadana Frente a la Pobreza; asimismo, 14.6 millones de mujeres que sí están en el mercado laboral no pasan el umbral de pobreza; solo 1 millón (5%) gana más de 14,000 pesos mensuales, suficientes para mantener a una familia de cuatro personas por encima del umbral de pobreza.
Esas son cifras derivadas de estudios reslizados algunos, por colectivos feministas, pero sobretodo derivan de organismos oficiales.
Cómo puede advertirse, la desigualdad en el ejercicio de los derechos de las mujeres es un problema latente en nuestra sociedad, que no obstante todos los esfuerzos que se hacen por visibilizarla y por superarla, el enorme retroceso en el que caímos, nos obliga a toda la sociedad a que replanteemos nuestros objetivos si es que realmente hay un interés en que la sociedad en conjunto sea más igualitaria, más incluyente, menos discriminatoria y sobretodo menos violenta en contra de las mujeres; evidentemente esta, es una tarea urgente que nos involucra a todas y todos, no basta hacer mención de ello, sólo cada 8 de marzo cada 25 de noviembre, porque la desigualdad y la violencia se vive y se sufre todos los días y en todas las latitudes.
