Las consecuencias a lo sucedido el viernes pasado en la Caseta de Cobro de Palo Blanco de la Autopista del Sol son soslayadas por la presidenta municipal de Acapulco, Abelina López quien afirmó que «en términos estrictamente legales» no hay evidencia de quién provocó el lanzamiento del tráiler, pues no había ningún conductor manejando la unidad, por esa razón, aseguró que no se puede culpar a nadie por el lanzamiento de un tráiler contra elementos de la Guardia Nacional (GN) en esa autopista, ya que la unidad de transporte se manejaba sola y no había un conductor.
En términos Legales se tiene que:
¿Un disparo que no alcanza el blanco, y no reiterado, es una tentativa acabada o inacabada? La cuestión ha dado lugar a una casuística jurisprudencial, no exenta de contradicciones.
En la práctica, resulta problemática la distinción entre un homicidio intentado u homicidio en grado de tentativa y unas lesiones consumadas.
El homicidio intentado o tentativa de homicidio, produce lesiones en el sujeto pasivo (salvo que no le alcance), por lo que en ambos casos la realidad objetiva es idéntica. La distinción desde el punto de vista del derecho positivo es sencilla: en uno y otro caso existe distinto dolo.
La distinción, pues, se encuentra en el dolo del autor del asesinato en grado de tentativa y la forma de aprehenderlo es acudiendo a una serie de circunstancias objetivas cuya conjunción pueda revelarlo por vía indirecta.
La jurisprudencia sobre el homicidio en grado de tentativa considera que es preciso atender básicamente:
A los antecedentes del hecho y las relaciones existentes entre el sujeto activo, los manifestantes, todos y pasivo los guardianes del orden, todos;
La ocasión elegida, la toma de la caseta;
El arma o instrumento utilizado, el trailer;
La naturaleza de la herida o zona del cuerpo al que se dirige el ataque;
La reiteración en los golpes o insistencia en el ataque;
E incluso, el estado en que queda la víctima cuando cesa la agresión. Se trata de indicaciones que pueden servir para conducir a la intención del sujeto activo.
En realidad se trata de indicios de los que se deduce el dolo del autor.
La acción de mandar un tráiler sin conductor fue un intento de homicidio, se debe investigar para encontrar a los autores de ese delito, sean quienes sean.
Las declaraciones de Abelina López se dan en un contexto en el que ha atribuido la violencia que se vive en Guerrero, a “la calor” y al “consumo excesivo de carbohidratos”.
Lo preocupante, es la cobertura que hace de estas acciones el primer mandatario de la nación al afirmar: “Sobre lo que declaró la Alcaldesa, vi a los conservadores cuestionando lo que dijo, los más famosos burlándose, porque yo lo que imagino es que ella no quiere actuar como los de antes, o como actuaba el Gobierno de Felipe Calderón, que todo era garrote, y era el mátalos en caliente, y los derechos humanos, no hombre, eso no debe existir, ese era el pensamiento, ya pasaron esos tiempos, ya no está García Luna, ya no somos lo mismo, ese es su coraje”.
Vidulfo Rosales, abogado de los deudos de las víctimas de Ayotzinapa, se refirió a lo expresado por el presidente López Obrador, “en doce años que tengo defendiendo a los familiares de los estudiantes, no he visto infiltrados del crimen organizado, si he visto la falta de diálogo con las autoridades”.
El mal ejemplo cunde rápido y pronto se replicó ayer en Michoacán, también con un movimiento en el que se involucran estudiantes. Las irresponsables expresiones que se hacen sobre las manifestaciones estudiantiles, están creando un caldo de cultivo en su contra, nada sano, recordemos lo sucedido en el 68 cuando apareció la mano del gobierno federal, con tristeza recordamos que fueron balazos y no abrazos los que pretendieron acabar con un supuesto movimiento estudiantil.
Amigos les dejo un saludo con mucho afecto.