El encuentro sostenido este fin de semana entre diputados locales y algunos presidentes municipales actuales y electos, fue considerado como “histórico”. Supongo que tal concepto se utilizó porque define la “vocación municipalista” del Congreso local, amén de que envía al Ejecutivo un mensaje político, de fuerza, justo cuando se están analizando los proyectos de Leyes de Ingresos y Presupuestos de Egresos del Gobierno Estatal, y efectuándose también reuniones de los legisladores que integran la Comisión de Hacienda y Cuenta Pública, presidida por el diputado Agustín Alonso Gutiérrez, con funcionarios de la Secretaría del ramo a nivel estatal, siendo encabezados por Mónica Boggio Tomasaz Merino.
Abundaron los discursos, pero me parecieron relevantes los siguientes tópicos: vocación municipalista; devolver a los municipios el 5 por ciento de las participaciones federales; y reformar el Artículo 6 de la Ley General de Coordinación Hacendaria, a fin de “reubicar” el 25 por ciento el total de las participaciones federales que los municipios reciben. También destacó el anunció hecho por Agustín Alonso en el sentido de que la reforma para devolver a los municipios el 5 por ciento de las participaciones está lista para ser votada, y que impulsará además el incremento de un punto porcentual del total del Presupuesto general del estado a los recursos del FAEDE (Fondo de Aportaciones Estatales para el Desarrollo Económico).
Sin embargo, lo tangible, lo inmediato, lo que es posible a corto y mediano plazo fue expuesto por Paola Cruz Torres, presidenta de la Junta Política y de Gobierno, quien informó que el Congreso gestionará un adelanto del Fondo de Aportaciones para Infraestructura Social (FAIS) para hacerle frente a los laudos, amén de que exhortó a los ediles a trabajar con síndicas y regidoras, recordándoles que ya está penalizada la violencia política.
Fue entonces cuando habló alguien para limitar las expresiones generadoras de falsas expectativas y la idea de que el Paquete Económico 2022 turnado al Congreso hace algunas semanas por el Ejecutivo, será la panacea de todos los conflictos económicos municipales. Se trató de Mirna Zavala Zúñiga, quien pidió no dejar de considerar que, según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo (CONEVAL), todavía en 2018 el 50.8 por ciento de la entidad vivía en pobreza, “es decir que Morelos es un estado pobre”. Y pidió no olvidar que en los últimos dos años “hemos vivido una pandemia para la que sin duda no estábamos preparados, pero, además, evidentemente trajo una contracción económica”. Dicho de otra manera: la cobija no alcanzará para cubrir a todos los municipios como debiera hacerse, y por más que se jale hacia cierto lado, seguramente desprotegerá otros. Una cosa es la fantasía y otra la realidad.
En la Mesa de Diálogo también se escucharon las voces de los presidentes municipales electos y en funciones, entre ellos Juan Ángel Flores Bustamante, de Jojutla; Celso Nieto Estrada, de Coatlán del Río; Isaac Pimentel Mejía, de Ayala; Fernando Aguilar Palma, de Emiliano Zapata; Sergio Livera Chavarría, de Totolapan; Juanita Ocampo, de Temixco; Jorge Toledo Bustamante, de Mazatepec; y Gabriel Moreno Bruno, de Tlaltizapán.
La palabra expectativa se define como la esperanza o posibilidad de conseguir una cosa. Quizás algunos de los alcaldes regresaron a sus localidades de origen con muchas expectativas y la sensación de que “ya la hicieron”. Pero sería hasta pernicioso el propiciar falsas expectativas, es decir crear esperanzas que realmente sean sueños o ilusiones tendientes a cumplir determinados propósitos.
Los diputados parecen tener el objetivo ético de lograr un mayor desarrollo de Morelos, con crecimiento, pero las circunstancias financieras del país y de nuestra entidad no son boyantes. Los empresarios, quienes son realidad los generadores de ingresos a las arcas públicas, no son por ahora las fuentes de riqueza de décadas anteriores. La recaudación federal anda mal, y ni hablar respecto a los ingresos a nivel estatal y en todos los ayuntamientos. El de Cuernavaca prácticamente se sostiene con multas de tránsito.
El vértice alrededor del cual gravitan los principales actores políticos de Morelos es el Paquete Económico 2022. Pero una cosa es la presión política y otra muy distinta ubicarse con realismo sobre un territorio empobrecido. Es evidente que ciertos diputados buscan sacar raja en la coyuntura, consiguiendo coberturas mediáticas y frecuentes reflectores.
En lo personal, como originario de este hermoso estado (soy cuernavacense de cepa pura), me es muy importante que Morelos recupere la competitividad que tenía antes de 2018. Hoy percibo graves rezagos y agravios sociales, simple y sencillamente debido a la corrupción y a la pésima conducción social desde las instituciones.
