Por tercer día, los bloqueos continuaron en las principales avenidas de Cuernavaca, así como la rebelión social contra el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado (SAPAC) y la Comisión Federal de Electricidad con el cierre de sus oficinas.
Ante la molestia ciudadana la Diócesis de Cuernavaca reaccionó y lamentó la postura del SAPAC y la CFE de ser indiferentes con la sociedad citadina, sobre todo ahora cuando la pandemia por Covid-19 crece y las autoridades siguen sin responder al llamado del pueblo.
Ahora los bloqueos se extendieron en los límites entre Cuernavaca con Jiutepec en el crucero conocido como Tizoc, en la colonia El Polvorín, en la entrada hacia Civac, la entrada norte en la Paloma de la Paz, así como Plan de Ayala, Morelos y la avenida Vicente Guerrero.
En tanto, en la colonia Antonio Barona sus habitantes impidieron a trabajadores de la CFE desconectar de energía el pozo abastecedor de agua potable, en donde incluso los empleados de la empresa del gobierno federal fueron amenazados.
