por Marcos Pineda
He mencionado con anterioridad que un distintivo del buen juicio en materia política, al margen de las ideologías y los posicionamientos con matiz partidario, de sentido común, pues, debería ser, el señalamiento de aquello que se deba señalar, pero también reconocer lo que deba ser reconocido.
Sí, creo que usted tiene razón si piensa que no es fácil hacerlo al fanático ni al ignorante. Tan extremo pernicioso resulta el aplaudidor de todo, como el descalificador de oficio. Seamos justos, si un funcionario público o un representante popular hacen algo bien, merecen ser reconocidos, debe saberse aquello que va por buen camino, de igual forma que advertir cuando es lo contrario.
Punto a favor de Cuauhtémoc Blanco el haberse reunido con 33 de los próximos alcaldes, con el objetivo de establecer rutas de “trabajo y diálogo” para “velar por el bien común de los habitantes de Morelos”. Por supuesto, destacó la presencia y la manera de conducirse de Alma Reyes Linares, por Atlatlahucan, de Roberto “Chalo” Flores, representando a Xochitepec y, por supuesto, del presidente municipal electo de Cuernavaca, José Luis Urióstegui Salgado, que tocaremos en otro momento.
Por lo pronto, el mensaje del gobernador, a sus invitados y a los miembros de su gabinete, presentes en la reunión, es bastante claro. Se trata de tener apertura y disposición, por parte de ambos, y que los alcaldes cuenten con un equitativo respaldo institucional, sin discriminación por colores o ideologías.
Literalmente les dijo “… aquí tienen un amigo y es momento de trabajar unidos y coordinados …”. Los felicitó por haber ganado las elecciones y prometió que las puertas del Ejecutivo “siempre estarán abiertas”. El reto en común para ellos es “responder a las necesidades de la sociedad”.
Las voces de los invitados también fueron escuchadas. Hicieron propuestas para la construcción de una agenda política y social, así como agradecieron la apertura y cordialidad del gobernador. De su parte, hubo quienes dieron a Cuauhtémoc su palmadita en la espalda y a quienes correspondió con una similar.
Hasta ahí todo excelente. Nunca es tarde para hacer algo bueno. Ahora bien, para que estas palmaditas en la espalda no se queden sólo en buenos deseos y en un acto de propaganda para mejorar la deteriorada imagen del mandatario, dándole la posibilidad de continuar en el cargo el tiempo que le resta, ambas partes tendrán que pasar a la acción de inmediato, a revisar, planear, organizar y acordar no hasta el primero de enero del año que viene, sino ya, sin dilaciones.
Buena señal que comiencen con una relación cordial entre estos dos niveles de gobierno, pero deben tener claro que eso no es suficiente para resolver los graves problemas financieros, la inseguridad, el desempleo, la desintegración del tejido social, la falta de obra pública e infraestructura, de salud, de educación, corrupción y demás.
Como lo dijeron en la reunión, las elecciones ya pasaron y ahora deben cumplir a la sociedad, que espera de ellos mucho más que palmaditas en la espalda.
Y para iniciados
No sólo los resolutivos de los tribunales electorales sobre las diputaciones locales están causando amplia expectativa, también el reparto de las regidurías. La discusión sobre los criterios aplicables dará mucho de qué hablar y llevará a varios casos a los tribunales federales, ello pondría en tela de juicio la imparcialidad del tribunal local y el profesionalismo del IMPEPAC, claro que no por primera vez, en los dos casos.
Excelente día.
La información es PODER!!!