• La región es ideal para los amantes del eco y agro turismo
El oriente de Morelos ofrece una variada gama de sitios de interés turístico especialmente para aquellas personas que disfrutan del contacto con la naturaleza y el aire libre.
La Secretaría de Turismo y Cultura (STyC) precisó que en los últimos años esta zona del estado ha desarrollado una gran variedad de productos y servicios turísticos que han cobrado mayor visibilidad a raíz de las nuevas dinámicas de viaje en el marco de la emergencia sanitaria por COVID-19, en la que el eco turismo y el agroturismo destacan importantemente.
Ahí se ofrece a turistas y visitantes espacios como el emblemático Cerro Gordo o “Cabeza de Mono”, visible a varios kilómetros a la redonda en los límites de Morelos y Puebla, y en donde es posible hacer senderismo; además de observación y estudio de especies, por lo que se ha convertido en lugar predilecto de fotógrafos y aficionados al deporte de aventura.
Este espacio natural se encuentra poblado de selva baja caducifolia de clima cálido, jacaranda, tabachín, cazahuate, ceiba y bugambilia, donde también se puede encontrar fauna de la región, integrada por venado cola blanca, mapache, tejón, zorrillo, armadillo, liebre, conejo común, coyote, gato montés, comadreja, cacomixtle, tlacuache, murciélago, pájaro bandera, chachalaca, urraca copetona, zopilote, aura, cuervo, lechuza y gran variedad de aves.
En las inmediaciones, en el municipio de Jantetelco es posible visitar el Parque Ecoturístico “Cerro El Chumil”, que cuenta con cabañas de adobe para hospedaje, zona de acampado, temazcal, alberca, puente colgante, renta de bicicletas, circuitos de tirolesa, puente colgante extremo y comida tradicional.
También, se puede visitar la zona arqueológica de Chalcatzingo, «El lugar más preciado de los chalcas», descubierta en 1934 por la reconocida arqueóloga Eulalia Guzmán cuando una tromba dejó al descubierto bellos relieves tallados en la ladera de un cerro.
Esta zona cobró notoriedad por la gran cantidad de petroglifos y relieves que se han encontrado, los que constituyen una importante cantidad de testimonios sobre las creencias religiosas de los pueblos mesoamericanos del Preclásico Medio.
Otro punto que se ha posicionado entre turistas y visitantes es el centro ecoturístico Piedra Rajada, administrado y operado por mujeres de la región, que ofrece óptimos servicios de hospedaje con cabañas de madera y adobe, alberca climatizada, mirador, cocina tradicional, zona de acampado y recorridos tanto a la zona arqueológica como al cerro, ya que se encuentra a pocos metros de estos.