En silencio y sin reclamos el diputado local Marcos Zapotitla Becerro -quien es acusado de haber incurrido en presuntos delitos de violación, acoso sexual y laboral- regresó al Pleno Legislativo del Congreso local.
Pasó lista y sin ningún recato se sentó en su curul, para presenciar la sesión solemne dedicada al Bicentenario de la bandera Mexicana, de pararse a guardar un minuto de silencio por el deceso del Senador Radamés Salazar Solorio y votar a favor de los diversos dictámenes presentados ante la asamblea.
Con su chaleco verde, un cubrebocas blanco y su pantalón negro, solo veía al frente hacia la Mesa Directiva, con una posición soberbia y miraba a sus compañeras quienes tomaron la tribuna para pedir su salida del Pleno y también su licencia al cargo con el objetivo de enfrentar las acusaciones en su contra, principalmente, la de violación.
Al terminar la sesión solemne se le pidió una entrevista y respondió: al terminar la sesión.
Los trabajos legislativos ni terminaron y hubo un receso más a petición de la diputada del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) Keila Selene Evaristo Figueroa, para “analizar” algunos puntos de la agenda legislativa.
Y eso fue aprovechado por el diputado Marcos Zapotitla Becerro, quien salió corriendo del Salón de Sesiones, como alma que lleva el diablo decían las abuelas, para subir a su camioneta estacionada en el sótano del edificio de la Cámara de Diputados, para tratar de evadir cualquier pregunta.
No hubo reclamos de sus compañeras diputadas, no hubo toma de tribuna y solo respondieron que ya esto quedaría en el pasado, porque sus compañeros del Encuentro Social (PES) han utilizado el tema de manera electoral y solapan a Zapotitla Becerro.
Por un diputado no habrá más parálisis legislativa, puntualizó una de las diputadas morenistas.