• La deshidratación y golpe de calor pueden ser graves si no se brinda atención oportuna
La directora de Unidad de Medicina Crítica y Urgencias del Hospital del Niño Morelense (HNM), Celia Ithalia Anzures López, indicó que ante el incremento de las temperaturas es importante vigilar que las y los infantes, así como adolescentes, tomen suficientes líquidos que los mantengan hidratados.
“Para los bebés lactantes, es importante decirles que la leche materna es suficiente para mantenerlos hidratados y se debe dar a libre demanda, a partir del año de edad debemos incluir agua simple y potable, además de alimentos que también les aporten líquidos, entre ellos, frutas como la sandía o melón”, detalló Celia Ithalia Anzures.
Asimismo, recordó que el aumento de las temperaturas también puede provocar golpe calor, que se presenta cuando hay un incremento de la temperatura del cuerpo como consecuencia de la exposición prolongada al sol, lo que incluso puede ser mortal.
Para prevenir la deshidratación y el golpe de calor, Anzures López, agregó que lo recomendable es no exponer a las y los menores de edad a los rayos directos del sol, usar bloqueador solar al salir de casa, no ofrecer bebidas con cafeína, tés o con alto contenido en azúcar como refrescos o jugos procesados, reducir la actividad física en los horarios de mayor calor, vestirlos con ropa holgada y preferentemente de algodón y mantenerlos en lugares bien ventilados.
Ante signos de alarma como llanto sin lágrimas, irritabilidad, mareos o debilidad, dolor de cabeza, sudoración excesiva, somnolencia, sequedad en la boca, náuseas o vómito, ojos hundidos o incluso sufrir un desmayo deben acudir a su unidad de salud que corresponda para recibir atención oportuna.