“¡No hagas daño a un periodista, porque lo pagarás toda la vida!”.
La Gobernadora Margarita González Saravia ha multirepetido como un llamado persistente a los alcaldes de los 36 municipios del Estado, particularmente “a los carnavaleros, ferieros y fiesteros”, la sugerencia, recomendación u orden para evitar la venta y consumo indiscriminados de bebidas espirituosas o alcohólicas a efecto de que los concurrentes a ferias, fiestas y carnavales que en sus respectivas fechas se viven en todo el Estado eviten el dispendio alcoholero… Lo anterior si lo cumplen los ediles con sus inspectores y fuerzas de seguridad pública sin dádivas ni corruptelas podrá ayudar para abatir en un alto grado los hechos de violencia, intranquilidad y hasta criminalidad que han roto la paz y seguridad de muchos espacios de Morelos, particularmente por los rumbos de Amacuzac, Huitzilac y Cuautla, bien detectados como focos rojos por el Gobierno del Estado… ¡A cumplir señores alcaldes, no les queda de otra porque el periscopio los tiene en la mira…! Y que conste, no son pocos los carnavales y como consecuencia los municipios donde las fiestas de carnestolendas se viven, disfrutan o sufren según les vaya a los visitantes o parroquianos, por las condiciones de libertad tradicional obligada que tienen estas celebraciones, mismas que por desgracia en algunos espacios de determinadas municipalidades llegan a convertirse y convivirse bajo condiciones de libertinaje… Por tradición el primer carnaval del Estado que año con año se vive en Jiutepec, transitó con eventos especiales como el de “Las Viudas” de homosex-lesvianas y más, que precede uno o dos días al arranque del carnaval en esa población, el cual por desgracia, no tiene límites en el comportamiento de las ellas o los ellos que al amparo de sus banderas arcoíris se visten, lucen, disfrazan y comportan de acuerdo al gusto que se les antoje y el desparpajo que les venga en gana… En los días de carnaval, las autoridades municipales que ahora preside Eder Rodríguez Casillas de verdad que sufren la gota gorda para poder contener y controlar tanto a los lugareños como a los visitantes que en calidad de participantes de estas carnestolendas danzan y bailan en forma incesante al Brinco del Chinelo en el marco de la algarabía familiar pero también del festejo, la disipación y el consumo de embriagantes… Todo ello es parte de los carnavales pero algunos carnavaleros no sólo abusan sino que se propasan y por ello viene los conflictos que por desgracia propician las prohibiciones y hasta las detenciones por los abusos cometidos… Esta historia y escenas se repiten corregidas y aumentadas tanto las conservadoras como las del libertinaje en las casi dos decenas de municipios donde las fiestas carnavaleras se viven con intensidad entre finales de enero y los meses de febrero, marzo y hasta abril… Morelos tiene carnavales que por su longeva celebración resultan ya parte histórica de las tradiciones y costumbres de lugares como Tlayacapan, Tlaltizapán, Tepoztlán y Yautepec, que son los de más renombre y competencia entre ellos por su acendrada tradición, celebración y atractivo tanto para lugareños como para los morelenses y miles de visitantes provenientes de otras entidades para entrarle, disfrutar o disiparse con el Brinco del Chinelo… A los municipios anteriores debemos sumar otros donde también con las bandas, comparsas y multitudinaria asistencia se han multiplicado en la entidad morelense, tal es el caso de El Brinco o Carnaval que se esperan con ansiedad, viven y disfrutan por igual vecinos y visitantes por los rumbos de Emiliano Zapata, Totolapan, Cuautla, Xochitepec, Huitzilac, Tetela del Volcán, Atlatlahucan, Mazatepec y Ayala, entre los medianos y de menores dimensiones, sin faltar los mini y micro carnavalitos que prosperan en otros municipios y decenas de barrios y colonias… Como se ve, lo de los carnavales, ferias y fiestas no es cuestión fácil para poder controlar la venta de embriagantes y otras cuestiones, así como garantizar la seguridad que son razones más que suficientes para que los alcaldes y sus ediles menores se carguen las pilas y acuerden lo necesario a efecto de controlar la venta de alcohol y tratar de mantener con los propios y con los militarizados de otras fuerzas estatales y federales el orden correspondiente y así poder cumplir las recomendaciones y ordenamientos que ha referido la Gobernadora del Estado González Saravia… ¡Ahí la dejamos! ¡Hasta mañana que será un día más!