La realidad es objetiva e inamovible, la fantasía, es subjetiva y transformable, la realidad es lo que es, es lo que hay y la fantasía es lo ficticio, lo muy poco probable y, aunque se sepa que es fantasía, en algunos casos la fantasía predice sucesos con mucha precisión y esa realidad, desencadena su inminente censura.
Los riesgos de concentrar poder en manos del Estado sin mecanismos efectivos de rendición de cuentas, uso de expresiones para evadir palabras que anticipen problemas de polarización, posverdad, corrupción del lenguaje con fines de control, tensiones geopolíticas entre grandes potencias, vigilancia omnipresente, uso de mecanismos de manipulación de la información, represión a la disidencia, servicios y bienes de consumo con el slogan de un partido político en el poder y entre otros aspectos, esto, fue un día, la descripción en un soporte impreso de género literario: Fantasía, que apareció a inicios de los años 50´s, donde se describía la actuación de un gobierno autoritario y por ese contenido fue y ha sido severamente censurado.
La novela es “1984”, el autor es George Orwell y traza una historia de fantasía que para algunos gobiernos que tienen tufos de socialistas o de plano es su régimen, consideran que el contenido del libro es subversivo, pues ahí se describen las consecuencias del control totalitario de un partido, el uso de tecnología de vigilancia con reconocimiento facial, el culto a la personalidad de un líder, el control ideológico, el manejo de programas sociales que condicionan la libertad de acción y de pensamiento, los castigos a las expresiones de disentimiento o falta de lealtad al partido hegemónico y se menciona un sistema de crédito social, entre otras distopías.
Los países que han censurado en algún momento este libro a lo largo de más de 70 años ha sido China, por considerar que es una mala influencia para sus gobernados, pues tienen un sistema de vigilancia masiva con cámaras y reconocimiento facial que monitorea los movimientos de los ciudadanos en espacios públicos, controla el internet, limita el acceso a la información y los sitios web, controla el flujo de información, tiene un sistema de crédito social basado en el comportamiento público y el comportamiento en las aplicaciones digitales y además, monitorea las redes sociales y las aplicaciones… tal cual como se describió en “1984”.
Otro país es Corea del Norte, un lugar con menos privacidad y más control estatal, Rusia, donde se emplean extensamente cámaras y hay un monitoreo electrónico para controlar protestas y disidencia política, además de hackeos a opositores, Irán, país que posee una intensa vigilancia a través de agentes encubiertos y monitoreo de comunicaciones para perseguir a disidentes, Arabia Saudita, usa avanzados programas de espionaje contra activistas y monitorea redes sociales para suprimir las críticas al régimen, Singapur, que aunque es una cuasi-democracia, posee leyes estrictas contra la libertad de expresión y tiene una gran cantidad de cámaras públicas, Emiratos Árabes Unidos, con su sistema omnipresente de videovigilancia y hackeos políticos que reafirman su control social totalitario y en México, ocurrió que en los años 70´s y 80´s, también hubo algunos intentos aislados de maestros y directores de escuela para restringir la presencia y lectura del libro “1984” entre los alumnos, por razones ideológicas ligadas al discurso oficial del PRI.
Las razones por las que la novela “1984” de George Orwell sigue tan vigente, es porque describe aspectos muy de actualidad, en países que suelen combinar alta tecnología de vigilancia con represión política para crear sistemas de control social muy similares a la distopía orwelliana, aunque con diferencias propias en cada contexto. Lo cierto es que la casualidad, es mucha a pesar del tiempo.
El concepto casualidad, en si se refiere a sucesos que ocurren de forma imprevisible y aparentemente aleatoria y por ello, es que la novela distópica “1984”, publicada en el año 1949, ha pasado a ser una de las obras de ficción más influyentes del siglo XX y está resurgiendo en este siglo XXI por la innegable desaparición de la Democracia en diversos países, y aunque la obra es principalmente una crítica del estalinismo y el fascismo, contiene elementos que recuerdan algunas políticas establecidas en regímenes socialistas reales y aquellos que ya intentan de manera evidente, gestarse.
La novela no solo fue escrita principalmente como una crítica, contiene advertencias sobre los peligros que supone la concentración excesiva de poder político y económico en manos del Estado y no hay casualidades en lo que ha dicho y por eso la censura al plantear un contexto socio-político hipotético en el que se han dado cambios extremos que han llevado a las semejanzas con esta distopía.
La realidad es objetiva e inamovible, la fantasía, es subjetiva y transformable, la realidad es lo que es, es lo que hay y la fantasía es lo ficticio, pero si la fantasía demuestra ser precisa, desencadena trato con opacidad y su inminente censura.
