“¡No hagas daño a un periodista, porque lo pagarás toda la vida!”.
Los mensajes como los refranes, adagios, dichos o proverbios siempre tienen, recogen y mandan cuando logran penetración y aceptación popular, el saber de la gente del pueblo… A lo largo de decenios, este Escribano ha multicitado tanto en su participación radiofónica por el Comentario Editorial transmitido durante más de 50 años, como por la cita esporádica periodística para aquellos que se sienten “todopoderosos”, dos breves mensajes que a continuación refiero y explico por su contenido… He multirepetido como mensaje la advertidora premisa dirigida a “los apoltronados” en su minúscula ínsula donde se pierden y hasta atentan contra quienes hacemos uso de la Libertad de Expresión como comunicadores, la premisa: “No hagas mal a un periodista, porque lo pagarás toda la vida”… Esta invaluable expresión advierte a los insuflados de todos los espacios del quehacer humano donde creen tener algún poder tanto en el sector público gubernamental como en la iniciativa privada, que deben ser muy cuidadosos para no meterse ni atentar contra un periodista, porque no saben en qué momento de la vida el Comunicador-Periodista, como hombres o mujeres de la pluma, el micrófono, las cámaras o las redes sociales podremos frente al que causó daño, no por venganza sino por sus errores o abusos, no sólo evidenciarlos sino indiciarlos y pulverizarlos… Tal es el caso de Armando Sánchez Rosales, quien fuera todopoderoso Procurador General de Justicia del Estado en tiempos del Gobernador Armando León Bejarano Valadez, a quien frecuentemente rebasaba ese subalterno por saber y sentirse apoyado por “su cuñado” Enrique Olivares Santana, Secretario de Gobernación en tiempos de Luis Echeverría Álvarez (1970-1976)… Sanchez Rosales atentó y persiguió al periodista Andrés Alberdi quien tuvo que refugiarse donde pudo… Pasado el sexenio, paseaba por el Centro de Cuernavaca el exprocurador Armando, quien llegó al Café La Parroquia y se encontró con el Periodista por él perseguido Andrés Alberdi, el cual le puso “una santa papalina” o “nodriza”… Cobardemente Sanchez Rosaleshuyó y Andrés Alberdi lo hizo pestilencia por todos los abusos que como Procurador cometió y le publicó en su Semanario a Armando Sanchez Rosales… Otro caso es el del otrora “frívolo y presunto todopoderoso” Sergio Estrada Cajigal mejor conocido en los altos y bajos círculos sociopolíticos como “El Yeyo”, quien fuera Alcalde de Cuernavaca y Gobernador del Estado, quien recientemente con su fortuna amasada o gastada trató de penetrar los espacios de las decisiones políticas en el pasado proceso electoral… Más tardó en aparecer con ello, que en ser señalado con pruebas y testigos por sus acusadoras ante las autoridades judiciales y los medios de comunicación, por ser peligroso misógino golpeador de tres mujeres, una de ellas sostiene sus acusaciones por lo cual Estrada se encuentra recluido en un penal de Quintana Roo… Viene lo anterior a colación por el recuerdo de que siendo Alcalde, le fue entregada la aportación económica del Gobierno del Estado a cargo entonces de Jorge Morales Barud a través del Secretario de Obras Públicas Jorge Meade Ocaranza, por conducto de su subalterno Víctor Manuel Cinta Flores, para cumplir con ese 50% la parte comprometida para construir el Monumento a la Libertad de Expresión en el año 1998… Cuando le solicitamos y hasta reclamamos los periodistas Benito García Barba, Manuel García García, César Villegas Rivero y este Escribano Pablo Rubén Villalobos, burlonamente dijo que él no había recibido nada… Se le vino la bronca y no le quedó de otra más que pagar hasta el último centavo del otro 50% con lo que a él le correspondió por el compromiso como Alcalde… ¡El tiempo ha pasado pero…! ¡El daño, la burla y las amenazas a los periodistas referidos sólo quedaron para la historia, pero ahora él, está donde está y como está…! ¡Hasta mañana que será un día más!
