Los nombres de algunas personalidades de mayor o menor fama pública, algunos cercanos y otros no tanto o en realidad nada cercanos a Margarita González Saravia, han comenzado a circular como posibles integrantes del equipo de gobierno que la acompañará.
Los comentarios de lo que llamamos radiopasillo se han dado vuelo, sobre todo por aquellos que se dicen muy enterados. Pero, como dice López Obrador, debe tenerse cuidado en distinguir la política de la politiquería, que hemos conocido tradicionalmente como grilla, pues la nominación en los cargos públicos que en próximas fechas dará a conocer la gobernadora electa tendrá efectos no sólo al interior de la organización de su equipo de trabajo, sino enviará señales sobre el carácter con el que iniciará su administración.
La mayor parte de quienes trabajan para el gobierno saliente serán los más criticados, sobretodo, quienes fueron traídos de otras entidades federativas y los que, aun siendo oriundos de Morelos, dieron resultados que lejos de mejorar el posicionamiento de la administración pública local, la llevaron a ser cuestionada, terminando en lo general entre las peor calificadas a nivel nacional.
Uno de esos nombres ya quedó auto descartado. El mismo Alexander Ismael Pisa Metcalfedesmintió el día de ayer, a través de sus redes sociales, el rumor de que existiera una invitación de la gobernadora electa para continuar en el cargo de coordinador de comunicación social del gobierno estatal.
La historia del funcionario público, a quien se ha conocido como Pisa, se remonta a su trabajo como periodista deportivo, lo que explica sus vínculos con el gobierno actual. Ya en funciones, estuvo bajo las órdenes del entonces jefe de la oficina de la gubernatura, José Manuel Sanz Rivera, a quien rendía cuentas sobre el uso de los muchos millones de pesos que se ejercieron para el rubro de la publicidad gubernamental.
Pisa utilizó, una y otra vez, el nombre de Sanz para justificar el que sí se otorgaran o no contratos y apoyos a diferentes medios de comunicación. Una vez fuera del gobierno Sanz, la rendición de cuentas ya no fue con la nueva jefa de la oficina, sino directamente con el titular del Ejecutivo. Entre esos radiopasillos, hay quienes consideran que sería difícil librar bien una auditoría para esa área del gobierno y que si se va a fondo podría tener consecuencias con responsabilidades legales.
Al margen de si eso sucediera o no, lo cierto es que, aun bajo la suposición de que el gobierno actual hubiese hecho un buen papel a lo largo de estos años, como lo ha presumido el gobernador, eso no se vio reflejado en la opinión ni la percepción pública, como lo muestran las evaluaciones que usted quiera revisar. Todo lo contrario, el gobierno de Cuauhtémoc Blanco quedó calificado como uno de los peores, si no el peor, entre todos los que ha tenido la entidad.
Junto con el rumor de la continuidad de Pisa surgió otro: que quien estaba solicitando mano para dar continuidad a funcionarios de la actual administración era el senador electo, Víctor Mercado Salgado, proponiendo nombres como el de Pisa para ser ratificados en sus respectivos cargos.
De inmediato, la polémica se desató. Ya, en suma, no sabemos si Pisa, por decisión propiao a “sugerencia” -así entre comillas- de algún superior, desmintió los rumores y se dio por auto descartado para continuar en la coordinación de comunicación social.
Por supuesto, eso disminuyó la presión y las críticas. Al menos, las que tienen que ver con este caso en lo particular. Pero este tipo de historias podrían repetirse en los días por venir.
Y para iniciados:
La relevancia del desmentido del propio Pisa va más allá de salir al paso de los rumores. De fondo, se encuentra el poder frenar los cuestionamientos sobre el carácter y la capacidad de la gobernadora electa para hacer su propio gobierno, con sus propias decisiones. Sin dejarse influir, en ningún sentido, por intereses particulares o de grupos, ajenos a los del bien del pueblo de Morelos. Antes de anunciar a los integrantes de su equipo de transición, esta ya fue una primera buena señal de lo que podemos esperar en la recomposición de las relaciones institucionales de Margarita González Saravia, la primera mujer gobernadora del estado de Morelos.
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