“¡No hagas daño a un periodista, porque lo pagarás toda la vida!”.
En el siglo XX, las sucesiones presidenciales sexenales vinieron en secuencia con la participación de conocidos personajes del Gobierno y la política… Crecía el llamado México en Vías de Desarrollo que tantos bienes trajo a millones de ‘aspiracionistas’ mexicanos y en el Gobierno poco a poco se fueron colando los de la Iniciativa Privada, militares, panistas, los de la ‘Derecha, ultraderecha y hasta los yunques, así como los de la llamada Izquierda Mexicana’ quienes a final de cuentas sólo se quedaron con ese nombre, pues nunca fueron como los verdaderos al estilo de don Vicente Lombardo Toledano, pues los otros sólo fueron ‘hijos pródigos’ del PRI, que se treparon al poder como lo están ahora con el nuevo “Primorena” de Andrés Manuel López Obrador… Pero volvamos al tema de las gratitudes, lealtades, deslealtades y persecuciones de los ‘nuevopoderosos’ de cada sexenio, frente a quien los dejó en el Poder… Son los tiempos crecientes del Partido Revolucionario Institucional, ¡no había más…! A los otros sólo se les daba la ingrata oportunidad de existir, con alguna migaja político electorera… Cuando llegó la sucesión presidencial en tiempos de don Adolfo Ruíz Cortines(1958), las presiones fueron tan iguales que en los actuales tiempos… Hábilmente don Adolfo –El Viejo-, decidió su Sucesor que todos pensaban que sería el Secretario de Gobernación en turno, el veracruzano alfil de Alemán, Gustavo Carbajal… La ‘jugada maestra’ del Longevo Presidente fue dejar en el Poder al carismático, atractivo y guapo para las mujeres, a quienes él les dio el Derecho del Voto, Adolfo –El Joven– López MateosSecretario del Trabajo, quien mucho respetó y agradeció el beneficio de Ruiz Cortines quien no se metió en los vericuetos de la política como Expresidente por lo cual, hubo respeto recíproco con gratitud del nuevo Presidente… Al término del sexenio de Adolfo López Mateos (1958-1964), la lucha por el poder fue severa y la decisión benefició al Titular de la Secretaria de Gobernación Gustavo Díaz Ordaz quien institucionalmente respetó a don Adolfo –El Joven– que poco vivió, pues un aneurisma le cortó la vida… El sexenio de Díaz Ordaz (1964-1970), fue convulsivo tanto en lo político como en lo social, pues entre los funcionarios del presidente se dieron con todo… En ello participaron Alfonso Corona del Rosal, Emilio Martínez Manautou, Antonio Ortiz Mena, Alfonso Martínez Domínguezy el Secretario de Gobernación en turno Luis Echeverría Álvarez, quien recibió el beneficio de la ‘bendición presidencial’ para ser el Candidato… Todos estos mencionados, con otros más que le entraron al tema sucesorio, pues metieron la mano en el mismo problema político, estudiantil y social que se desbordó el 2 de octubre de 1968, con la Trágica noche de Tlatelolco… Luis Echeverría (1970-1976), hábil y tortuoso trató y logró voltear las culpas del sangriento acontecimiento contra su Antecesor quien sólo calló, pero pese a ello no pudieron quitarse el estigma como corresponsables de aquella terrífica noche… Al término del sexenio de LEA, se vinieron en tobogán las devaluaciones del peso frente al dólar (1976), en el marco de la lucha por la sucesión presidencial, donde el Secretario de Gobernación Mario Moya Palencia se sentía con “la bendición” del presidente Echeverría, por lo cual atiborró de propaganda la Institución y otros ‘búnkeres’ para arrancar su campaña electoral, que “sólo quedó en sueños”, pues el truculento Echeverría ‘trajo de Herodes a Pilatos’ como Titular de la Comisión Federal de Electricidad y Secretario de Hacienda entre otros encargos a su amigote de “La Pandilla de la Roma” donde se desarrollaron como palomilla y cómplices, lo cual favoreció a José López Portillo, quien se protegió con su ‘superpolicia’ en grado de General más que de División, el otro de la pandilla Arturo Durazo Moreno… JOLOPO dejó que LEA siguiera con sus cuestiones de la “izquierda” por aquello de los Países del Tercer Mundo y su ‘Carta de los Deberes y Derechos Económicos de los Estados’, sólo lo mandó nombrado como Embajador a la Polinesia… Continuará. ¡Hasta mañana que será un día más!