“¡No hagas daño a un periodista, porque lo pagarás toda la vida!”.
En la distancia de los tiempos histórico-políticos, las enseñanzas de los viejos con sus truculencias y mañas las retoman quienes con ellas se abrevaron, para tratar de impactar en lo popular o populacheramente entre los beneficiados que siempre serán parte del “pueblo bueno y justo” como hoy lo adjetiva el habilidoso ‘Pejelagarto’… Casi a finales de su tiempo como Gobernador del Estado de Morelos Lauro Ortega Martínez (1982-1988), anunció el 15 de mayo de ese su último año de Gobierno, el pago que otorgaba de ¡tres meses de aguinaldo! para todos los maestros estatales de Morelos… La medida que como ordenamiento y decreto dictó el Gobernante Ortega fue aplaudida, no sólo por los maestros estatales sino por los federales, quienes a final de cuentas en una lucha especial que abrieron “para no ser menos que los del Estado”, de inmediato lograron que tal beneficio económico se les otorgara gracias a una habilidosa negociación que de emergencia tuvo que emprender Ortega Martínez con el Presidente Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988), a quien no le quedó de otra más que respaldar al gobernante morelense, porque la “gallera” de la Disidencia Magisterial estaba en todo su apogeo, tanto en Morelos como en la Ciudad de México y entidades circunvecinas… Cuando Lauro Ortega ordenó este “regalo” económico, a ‘sus maestr@s’ del Estado, su tesorero Enrique Cortez Pérez y el Oficial Mayor Julio Mitre Goraiebentre otros, “pusieron el grito en el cielo” ante el Mandatario, a quien le dejaron entrever que tal beneficio para los 800 profesores estatales y casi 20 mil federales en aquel momento, era un grave problema para las arcas del Estado, por lo correspondiente a ese año y desde luego, para los siguientes gobiernos… Frente a ello socarronamente Lauro Ortega Martínez expresó: “Yo ya me voy, ahí el que venga atrás que arrié”… La orden estaba dada, el Decreto dictado y no había más para donde moverse, pero vino lo inesperado, pues de inmediato todos los trabajadores al servicio del Gobierno del Estado en los espacios del Poder Ejecutivo, Legislativo, Judicial y las Dependencias Paraestatales, exigieron la misma prebenda para no quedar “como trabajadores estatales de segunda o de tercera, con respecto a los maestros”… A pujidos, jaloneos económicos y como pudo, el siguiente Mandatario Antonio Riva Palacio Lópezse vio obligado a presupuestar para su etapa de gobierno sexenal (1988-1994), lo necesario a fin de cumplir ese compromiso que le dejó como herencia el mañoso Lauro Ortega y ni modo, los siguientes gobernadores y los de la Presidencia de la República han tenido que hacer lo mismo “para cumplirles a los Profes” estatales y federales de Morelos… La remembranza viene a colación, porque el pasado 15 de mayo Día del Maestro, ¡último que le tocó como celebración y convivencia con los mentores del País a Andrés Manuel López Obrador, éste sin más ni más, “se saco de la manga” y anunció su acuerdo para que a todos los maestros y maestras de México se les incremente su salario ¡en un 10%!, lo cual no tiene precedente alguno en la historia magisterial de este País… ¿Que cómo le va a hacer el erario nacional para pagar a los mentores ese buen aumento?, desde luego y por lo que corresponde a este año y fin de sexenio, se hará al estilo de López Obrador, quien tiene sus guardadotes por el Ramo 23 por el dinero paralizado en todas la dependencias del Gobierno de la República, mismo que se entrega y maneja sin rendirle cuentas a nadie el Mandatario Nacional, así como el recurso que ante premuras de esta naturaleza tiene él mismo, para “echar a andar la maquinita hacedora de billetes”…! ¡Para el siguiente sexenio y los otros, como dijo Lauro Ortega “ahí el que venga atrás que arrié”…! Y que conste el Frankenstein creado por AMLO en la figura de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, no aceptó el 10 sino que reclama y exige el 100% de incremento, con plantones y manifestaciones por distintos estados del País… ¡Ahí se la dejamos a López! ¡Hasta mañana que será un día más!