“¡No hagas daño a un periodista, porque lo pagarás toda la vida!”.
Pifias… En los tiempos de la Cuarta “Deformación”, ante la interminable serie de abusos y errores cometidos, la minimización de todos ellos en un marco de sonrisas socarronas se han buscado y encontrado “expresiones chabacanas” para tratar de ocultar todo aquello que no le sea conveniente al Personaje Central de la Comedia Andrés Manuel López Obrador… Cuando se insistió por distintos senderos para saber cuánto le costaron a México y los mexicanos las “faraónicas” obras hechas al ¡ahí se va! como lo es el mal llamado Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, por la simple razón de que no es internacional, así como la pésima construcción petrolífera de Dos Bocas y el afamado pero peligroso e inconsistente Tren Maya y hasta las obras del Transístmico de Tehuantepec junto con la etapa final del Interurbano Toluca-Cdmx, la respuesta fue que “esas obras son estratégicas y de Seguridad Nacional por lo cual el Gobierno de la República no tiene porqué rendir cuentas a nadie”… Se inundó Dos Bocas por rumbos del Mar del Golfo que colinda con Tabasco y sólo se dijo que “ya se iban a limpiar”… Cuando del Tren Maya descarriló uno de sus vagones, salieron con la jalada de que “no había descarrilado sino que sólo se había salido de las vías”… Por cuánto a la obra inconclusa del Aeropuerto Militar de Santa Lucia convertido de hecho en una terminal comercial y hasta con una Línea Aérea quebrada del gobierno tras una larga huelga de la llamada Mexicana de Aviación, con aviones viejos rentados y otras que no son minucias, pero sí fantasiosas, descabelladas y desvergonzadas… Luego de lo anterior, en sendas ocasiones por la construcción del Tren Toluca- Ciudad de México, en esta etapa primero cayó una dovela o ballena y se dijo que sólo fue un pequeño incidente y luego cayó la enorme grúa, cuyo nombre es ‘Lanzadora de dovelas o ballenas’ cuyo peso es por más de 800 toneladas, ante el siniestro se dijo por parte del “sesudo irresponsable” de la obra, que “sólo se desplazó hacia el piso”… ¡Cuánta torpeza, irresponsabilidad e idiotez y no pasa nada!
Se Secan Nuestras Lagunas… ¡“La calor está cabresta” …!, según dicen los ‘paisas’, ¡el cambio climático nos alcanzó…! El deterioro y hasta destrucción de nuestra ecología están en su máxima desventura, pues flora y fauna padecen y pagan los abusos cometidos por nosotros, “los impenitentes seres humanos”… Los incendios forestales en valles, lomas, montes, montañas, sierras y selvas se multiplican por decenas a lo largo y ancho del País, lo cual ha acabado con decenas de miles de hectáreas… Los caudales de las vertientes sólo son resecos surcos o riachuelos, donde el agua se ha extinguido dejando ver sus tierras y piedras secas en lo profundo de barrancas y barranquillas, donde la fauna acuática se acabó… Nuestras lagunas han perdido sus gigantes, medianos y mínimos espejos de agua, en algunas de ellas sólo queda algún manchón lodoso a punto de llegar a la extinción… Ello ocurre por todos los senderos de México, lo mismo en Chiapas que Oaxaca, Guerrero y Michoacán por Pátzcuaro, Cuitzeo, Camécuaro; en Jalisco por Chapala; por Guanajuato en Yurirapúndaro; en el Edomex por Valle de Bravo y más estados como en Morelos, donde Coatetelco y El Rodeo tienen una minucia de agua y Tequesquitengo está al más bajo nivel de que se tenga memoria sin olvidar las secas Lagunas de Zempoala… Dramática de verdad es nuestra realidad y para colmo, el sistema Cutzamala sólo le dará agua a la Ciudad de México y Zona Conurbada del Edomex, hasta el 26 de junio, según auguran los técnicos y científicos… Hay cuestiones peores por los rumbos de la otrora bellísima Huasteca en las convergencias de San Luis Potosí, Puebla, Veracruz, Hidalgo y Tamaulipas con esa bella Región casi agotada, pues no hay agua… En esos y otros lugares se agotaron los centros turísticos, se acabaron los alimentos de ríos, barrancas, riachuelos y lagunas… ¡No hay fuentes de trabajo…! ¡La naturaleza no tiene palabra de honor pues la fregamos…! ¿Qué sigue…? ¡Sólo la Esperanza del Milagro del Señor! ¡Hasta mañana que será un día más!