“¡No hagas daño a un periodista, porque lo pagarás toda la vida!”.
Por parte del Gobierno Federal en tiempos de la 4T la compra previo pago de voluntades parece urdida para la seducción y sumisión por los votos electorales que se dan para el culto a la personalidad presidencial y por el sufragio ciudadano en beneficio de Morena… Por lo de los votos, el paternalismo gubernamental llega por igual a jóvenes, adolescentes, adultos y adultos mayores, en ánimo de comprometer tal voluntad ciudadana de quienes votan… Para los menores en condición de escolaridad e incluso para quienes ‘ni estudian ni trabajan’ en esa etapa y la juvenil, las llamadas ‘becas Benito Juárez’ les son pagadas puntualmente… En el caso de los menores quienes tienen que concurrir con acompañantes a recibir ese apoyo bien sean sus progenitores o familiares autorizados… Para los jóvenes que estudien o no, el pago becario concedido les es entregado al igual que a las madres solteras, los discapacitados y desde luego a los adultos mayores de 65 años… Estos “apoyos becarios” o pensiones para esos beneficiados han sido incrementados en forma inusitada, como un anzuelo sorprendente para enganchar a quienes no reflexionan ni analizan, en razón de que esta dádiva gubernamental de AMLO es para someterlos a esa cuestión del “culto a la personalidad”, obligándolos con frases y mensajes bien eslabonados como esas del “pueblo bueno y justo” o “el pueblo es quien decide” y otras más para hacerles creer que ellos pueden decidir y hasta mandar, cuando en realidad ni siquiera opinan, pues sólo están sometidos o comprometidos a obedecer lo que diga y ordene el Mandatario… Económicamente sumadas las dádivas en familia, resultan un fortalecimiento para el sustento, cuando esos recursos son bien aprovechados en beneficio de sus integrantes, pero también por el efecto al encarecimiento de la vida, en lo individual o colectivo y familiar, ese dinero no alcanza para lo elemental por la escalada de precios que vivimos ante los incrementos que en forma indetenible tienen los productos, equipos, objetos y servicios, que resultan inalcanzables para los menesterosos, fregados y pobres, que mantienen ese ‘status’, bien sea por su conformismo con lo que les da el gobierno o por su incapacidad laboral para ser “aspiracionistas”, en ánimo de encontrar otro nivel económico-social gracias a su propio esfuerzo, sin necesidad de la limosna pública presidencial… Que conste, AMLO está contra todos los aspiracionistas y por ello prefiere mantenerlos sometidos mediante sus donativos… En el marco de estas circunstancias, particularmente entre las madres solteras, discapacitados y adultos mayores, cientos de miles de ellos ‘reciben el pescado’ de la dádiva, pero no se tragan el anzuelo del ‘pescador’ Andrés Manuel, ya que por su razonamiento no están de acuerdo con muchas de sus expresiones, decisiones y ordenamientos, por lo tanto no son cautivos votantes por donde pretende encausarlos el Primer Morenista del País… La gente se preguntará ¿de dónde sale todo el dinero que Andrés Manuel regala a millones de pensionados y becados mexicanos sin que tengan que trabajar para recibirlo…? Muy sencillo, en gran parte de lo que es sustraído por vía de los impuestos a través de la Secretaría de Hacienda; también por lo del Ramo 23 que tiene infinidad de recursos económicos por cientos de miles de millones de pesos, no ejercidos por las dependencias federales que no han cumplido con su aplicación en obras y servicios, porque así lo ordenó el Presidente, recursos que están en esa ‘caja chica’ que es enorme para que sin rendir cuentas a nadie el Mandatario disponga en qué y a dónde se encausan sin ninguna explicación pues sólo él sabe lo que tiene en ese enorme caudal a su disposición y entre otras vías para ejercer más dinero está lo incautado a los corruptos y criminales, así como la imparable maquinita del Banco de México que imprime billetes a lo bestia para que los tenga AMLO a su alcance… ¡Qué vivan las dádivas becarias presidenciales…! ¡Disfrutemos del pescado, pero no nos traguemos el anzuelo electoral! ¡Ahí la dejamos! ¡Hasta mañana que será un día más!
