• En internet se ofrece libremente el servicio de gestación subrogada
• En México, únicamente la Ley Civil de Tabasco y Sinaloa tienen esbozos
Una de cada seis personas a nivel mundial es infértil, parejas imposibilitadas para procrear y otras, que evitan la estigmatización por no poder tener familia, buscan la opción de gestar a través de un vientre alquilado o como se le se conoce: subrogado; y esto, se ha convertido en un negocio donde la legislación es exigua, se omiten los derechos de los productos y en México, solo Tabasco y Sinaloa lo esbozan en el contenido de su Ley Civil y en el resto del país, no hay datos claros ni oficiales.
Esta práctica de alquilar el vientre para dar vida al bebé de otras personas que rechazan adoptar porque quieren un hijo de su sangre, no es considerado en el planeta como un derecho ganado por la sociedad; sin embargo, apenas en 20 de los 195 países que conforman el mundo, tiene cierto sustento jurídico y en el mayor de los casos, no deja de ser una práctica polémica porque se considera que la vida no debe de mercantilizarse, la práctica carece de criterios éticos y bioéticos por la manipulación genética, se llega a mencionar que es una explotación al cuerpo femenino y una forma de violencia contra las mujeres, aunque algunas abiertamente declaran que lo hacen voluntariamente por razones altruistas o por sus condiciones socioeconómicas.
En cualquiera de los casos, existen altos riesgos en la salud física y psicológica, -no hay que olvidar que el bebé que se gesta en quien rentó su vientre, la subrogada, al final lo debe de entregar a los padres o madres contratantes o de intención- tampoco hay que olvidar que una persona que nace, tiene el derecho fundamental a saber su identidad, tener certeza de quién es su madre o su padre, cuál es su origen y de dónde proviene, y en la actualidad, se carece de datos clínicos sobre las implicaciones psicológicas en las personas que han nacido por este método tan controvertido.
En internet, se anuncian libremente agencias de gestación subrogada y prácticamente ofrecen en sus catálogos seres humanos de diseño y a medida. Destacan países desarrollados como Israel, Rusia, Ucrania y EEUU, donde esta práctica es legal. Ahí, las partes involucradas firman amplios y detallados contratos, la persona que alquila el vientre recibe manutención y alimentación, los cuidados profesionales necesarios como seguro de salud antes, durante y postparto, asistencia psicológica y todo lo que se requiera para que el producto y servicio, resulten según lo convenido; punto aparte, a lo poco que se sabe en México sobre esto último, no ocurre como en el primer mundo, este es subdesarrollado y la incertidumbre predomina en todos los aspectos.
Redes sociales no son la excepción, ahí se llegan a encontrar tanto los anuncios de agencias de gestación subrogadas, como las promociones de mujeres, que abiertamente ofrecen sus vientres y ellas puntualizan que el trato es sin la intermediación de una agencia y sus tarifas van de 250 mil a los 300 mil pesos, mientras que las agencias, cotizan el servicio entre 50 mil y 200 mil dólares o euros, dependiendo el país y es Estados Unidos uno de los más caros.
La Organización Mundial de la Salud OMS, en 2023 aseguró que han incrementado las personas infértiles y que actualmente una de cada seis personas lo es y por eso es el aumento de la demanda de gestación subrogada en el planeta.
En México, esta práctica no está regulada, aunque ya se hayan presentado algunas iniciativas por parte de algunos legisladores que pretenden prohibir y castigar la práctica con varios años de cárcel, lo cierto es que el gran vació legal sigue en este polémico negocio de los vientres.