“¡No hagas daño a un periodista, porque lo pagarás toda la vida!”.
Las ocurrencias imaginarias del Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador no tienen limite, como consecuencia varias de ellas, por aquello de ¡cuesten lo que cuesten! se llevan a su realización aunque los costos no sólo económicos sino humanos así como por daños a la naturaleza, causen los estragos que causen… Tal es el caso del ‘Aeropuerto Militar de Santa Lucía’ ahora llamado ‘Internacional Felipe Ángeles’ que como se sabe, ha afectado a miles de lugareños de los pueblos que fueron expropiados de sus tierras, que por los procedimientos legales hoy parecen despojados… A ello se suman los restos fósiles prehistóricos que por decenas o cientos ahí se han encontrado y sólo algunos han sido rescatados y protegidos… El caso de la Refinería Olmeca Dos Bocas, ubicada en Paraíso, Tabasco, resulta ser ‘un barril sin fondo’ no sólo por cuánto al escaso producto obtenido sino por cuánto a los daños causados al mar y la naturaleza en grandes extensiones de las aguas y playas del Golfo de México… Por las mismas circunstancias con un presupuesto triplicado o cuadruplicado está la obra imperial denominada ‘Tren Maya’, que posiblemente sea un Pilón de riqueza para el turismo, que por desgracia no compensa los daños a la naturaleza en su flora, fauna, aguas y cenotes, con la expectativa de que muchos de estos puedan perder sus techumbres por la vibración del tránsito ferroviario según advierten especialistas… Parece que el tramo carretero y ferrocarrilero del Istmo de Tehuantepec, si tiene la expectativa de rendir los beneficios que pueden justificar las macroinversiones gubernamentales ahí aplicadas… Todo esto es cuestión de esperar para saber cuáles serán los resultados… La otra ocurrencia presidencial es su llamada ‘Universidad del Bienestar Benito Juárez’, cuyo indeterminado número de campus con 100 o más de 160 que se anuncian en las redes, no se sabe cuantitativamente lo que ahí se gasta o se tiene como compromiso, el recurso humano laboral ni las instalaciones y su ubicación y menos el beneficio por la cantidad de estudiantes que ahí se estén preparando, pues no existe información oficial precisa al respecto, amén de que se desconoce la calidad académica… Y por si todo esto fuera poco una de las últimas ocurrencias presidenciales fue el anuncio hecho del pasado 12 de octubre, ‘Día de la Hispanidad, Día de la Raza, Día del Encuentro de Dos Mundos, Inicio de la Colonización de América’ y quien sabe cuántas nominaciones más por el estilo, a 500 años de distancia resultan ser desagradables y hasta detractados para muchos “defensores de la autoctonía y el indigenismo” frente a la hispanidad, olvidando que aquel acontecimiento trajo como consecuencia la conquista, colonización y el mestizaje del cual formamos parte la inmensa mayoría de los cientos de millones de habitantes de América… Esta ocurrencia del 12 de octubre, fue para aperturar ¡otra universidad! que López Obrador nominó “La Universidad Nacional de las Lenguas Indígenas”, misma que a dos meses de distancia parece haber quedado en el olvido, pues no tiene presupuesto para el 2023 ni aparece presupuestada para el 2024, amén de que tampoco tiene instalaciones, Rector, alumnos ni maestros… Es decir, todo parece indicar que sólo fue una idea o “volada” de esas llamadas “de a tontas y a locas”, salvo que Andrés Manuel imponga lo que sea necesario para que se cumpla su ocurrente capricho… Por esta cuestión de las lenguas indígenas, sólo recuerdo que en el Estado de México está el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, donde se reconocen 68 lenguas indígenas con 364 variantes y dos lenguajes de señales, entre 68 grupos o etnias originales donde se significan los mayas, zapotecos, nahuatlacos, totonacos, huastecos, purépechas, coras, huicholes, zacatecos, rarámuris, mayos, pimes y muchos más… ¡Qué buenas ocurrencias tiene el Señor Presidente de la República…! ¡Ahí la dejamos! ¡Hasta mañana que será un día más!