En poco más de doce horas quedaron resueltas las dudas, entre la noche del miércoles y la mañana del jueves 9 de noviembre, sobre el camino que tomaría la senadora Lucía Meza Guzmán. Los rumores y las filtraciones resultaron ciertos. Renunció a Morena y se fue al Frente Amplio por México (FAM).
El anuncio hecho por Marko Cortés, Alejandro Moreno y Jesús Zambrano, respectivamente, líderes nacionales del PAN, PRI y PRD no dejó lugar a dudas. El acuerdo con las cúpulas se había consumado. La presentación fue muy cuidada, cerrada, en completa privacidad, para ser difundido a través de las redes sociales, sin la presencia de medios de comunicación que pudieran haber hecho cuestionamientos incómodos.
Las reacciones de los cibernautas no se hicieron esperar, unas a favor y otras en contra, pero animaron la interlocución en las redes sociales. Los grupos de WhatsApp se llenaron de comentarios, imágenes y vídeos. La polémica se había desatado, pero apenas comenzaba.
Más tarde, poco después de las 16 horas, en las redes sociales de Xóchitl Gálvez, ya precandidata de la oposición a la presidencia de la República, daba la bienvenida a Lucy Meza, por medio de una fotografía de ambas senadoras. Fue de asombro para quienes aseguraban que Xóchitl se opondría, porque no consideraron que una decisión tan relevante no podría haberse anunciado sin contar con el visto bueno de quien será la candidata presidencial.
Así funciona la política en México. Se toman las decisiones arriba y ya después se arreglan las cosas abajo. Esa es la parte que falta, a la que tendrán que dedicarse en estos días, para conservar la unidad en el FAM. El Frente en Morelos no puede darse el lujo de perder el respaldo de las clases medias ni de las organizaciones civiles, mismas que construyeron el espíritu fundacional del bloque opositor, encabezando la defensa de las instituciones republicanas y democráticas. Sin ellas, no podrían ganar las elecciones de 2024.
Tanto Lucy Meza como los partidos políticos tomaron una decisión pragmática, pero fue la mejor que pudieron tomar. Por un lado, la senadora tenía ya cerradas todas las posibilidades dentro de Morena. Aun cuando los tribunales terminaran sancionando, en la última instancia, a quienes le cerraron el paso a la mala, se perdería la oportunidad de aprovechar el importante capital político que representa. En nuestras encuestas se reflejó, mes con mes su crecimiento en las preferencias electorales, de eso no queda duda. Por otro lado, los partidos opositores tienen claro que entre sus cuadros no hay quien pueda generar una candidatura competitiva, como también lo vimos, mes con mes, en las encuestas de Consulting & Research Estadística Aplicada. Para ambos, en términos prácticos, fue la mejor decisión.
Toca el turno a Lucy Meza de ser incluyente, sensible, hacer acuerdos, generar consensos y articular su discurso enfocado a la política local con el del FAM y Xóchitl Gálvez, a nivel nacional. Comenzó con el pie derecho, pues 8 de cada 10 morelenses comparten susafirmaciones y señalamientos contra Cuauhtémoc Blanco, en lo particular, y su gestión de gobierno, en lo general.
Y para iniciados:
Una vez que en las próximas horas sepamos la decisión de Morena sobre quiénes serán las candidatas y candidatos en las nueve entidades federativas, estaremos en condiciones de llevar a cabo la siguiente encuesta, ya con un diseño diferente, acorde a la reconfiguración de las fuerzas políticas y que incluirá a personajes que pudieran optar por la candidatura de Movimiento Ciudadano, que necesitará de una buena selección si quiere mantener sus niveles de preferencias electorales, lo cual sería posible sólo si lleva una candidatura disruptiva.
La información es PODER!!!