“¡Si causas mal a un periodista, lo pagarás toda la vida!”.
En medio del ‘despapaye’ que armó el Gobierno de la Cuarta Transformación por eso de los Libros de Texto Gratuitos, luego del arrancadero del nuevo año escolar 2023-2024, todo parece indicar que los gobiernos de cada Estado hicieron lo propio, lo impropio o lo que les vino en gana según les convino, por eso del reparto o no de esos controvertidos útiles escolares, plagados de errores, mentiras, tergiversaciones, falta de asignaturas y abusos intencionales en sus contenido en ánimo de manipular e ideologizar a los escolares, resultan un verdadero bodrio para que puedan ser bien aplicados en el proceso de enseñanza-aprendizaje… Las clases se han iniciado para más de 24 millones de alumnos en la enseñanza básica de preescolar, primaria y secundaria que en estos dos últimos niveles debieran ser los beneficiados por tales libros, hoy en duda… Frente a ellos, los gobiernos de Coahuila, Chihuahua, Nuevo León, Querétaro, Guanajuato, Estado de México, Yucatán, Jalisco y Nayarit entre otros por disposición de sus respectivos gobernantes decidieron lo que consideran prudente o conveniente frente a esos libros, luego de ser revisados minuciosamente y decidir lo propio o impropio de ellos para la enseñanza de las nuevas generaciones… En los otros estados donde hay mandatarios a quienes eso les importa un bledo u otros genuflexos a las disposiciones que ordena el Señor Presidente de la República, con toda conveniencia o sumisión procedieron a ese reparto pese a que en ciertas entidades hubo inconformidades con manifestaciones, protestas y reclamos para que no se repartieran y mucho menos se entregaran a los alumnos… Se hayan o no repartido y entregado esos libros, habrá que esperar la verdadera realidad por lo que va a ocurrir en las aulas, donde mucho tendrán que ver los padres y madres de familia pero más los maestros y maestras, para saber cuál es la decisión definitiva con relación a la utilización o desecho de los multirreferidos libros… Que conste, a final de cuentas los únicos y verdaderos operadores de tales libros son las profesoras y los profesores como maestras y maestros, quienes tendrán la última palabra para qué, en el curso de estos primeros meses del año escolar, sepamos de verdad que decidieron con respecto al uso o no de ese material didáctico… El tema no es fácil, pues a sabiendas de cómo se las gasta el Dueño de la Cuarta Transformación, lo menos que podemos esperar es que para ellas y ellos los educadores, se les permita ‘la libertad de enseñanza bajo su libre albedrio’, sin intolerancias, imposiciones ni mucho menos amenazas o sanciones reales o disfrazadas, por lo que decidan en cuánto a esos textos gratuitos, que con todas sus equivocaciones editó el Gobierno de la República, con la participación de “intelectuales” cubanos y venezolanos que fuero incrustados y pagados por la Comisión Nacional Editorial de Libros de Texto Gratuito, que bajo la protección de la titular Victoria Guillén Álvarez y bajo el solapamiento de la Secretaria de Educación Pública Leticia Ramírez Amaya no tuvo de otra más que cumplir las instrucciones u ordenamientos que hayan recibido por parte del Titular de la 4T, quien a través de esta y otras cuestiones pareciera querer eternizarse en el mando de este País, al frente del Gobierno que nos rige… Para los libros de texto gratuito “la suerte está echada” por cuánto a su destino, hoy en manos de ellas y ellos, las y los ‘Profes’, quienes también tienen sus propias preferencias por su razonamiento, querencias o rechazos a todo lo que hoy ‘huela a gobierno’, como lo es el caso de los tan llevados y traídos Libros de Texto Gratuitos… En esas mujeres y hombres como maestras y maestros, queda el destino del aprendizaje de los alumnos, por los saberes y conocimientos impartidos a las nuevas generaciones, que lo son nuestros hijos, nietos y bisnietos que son el destino y la esperanza de un México próspero y LIBRE… ¡Ahí la dejamos!
¡Hasta mañana que será un día más!