Para nadie es un secreto que desde la Colonia, al triunfo de la Guerra de Independencia, la época de la Reforma con el gran Juárez, no se diga en la dictadura porfiriana, en la era postrevolucionaria y hasta ahora el Poder Judicial, salvo casos excepcionales, ha estado y está a favor de los poderosos.
Hay una similitud de los aconteceres en cuanto a las aspiraciones de nuestros pueblos de toda nuestra América por la justica, traicionada una y otra vez por el Poder Judicial constituido en cada uno de nuestros países.
El presidente Andrés Manuel López Obrador está en la lucha de acabar con esta aberrante canonjía, que permite que la mayoría de los jueces y magistrados actúen a favor de los delincuentes y en contra del pueblo ofendido.
Los ejemplos sobran, baste un botón de muestra, cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación, SCJN, aprobó la validez de cobrar intereses sobre intereses de los mexicanos. ¿Cuántos de nuestros connacionales perdieron sus patrimonios, es más, todo, por favorecer a los dueños de los poderes económico y político?
Nuestro vecino país del sur, Guatemala, está viviendo un tiempo de reivindicación. Los jueces y fiscales de la nación hermana han anunciado, desde el exilio, tras el triunfo del progresista Bernardo Arévalo del Partido Semilla, su regreso al solar patrio.
En efecto, todos los jueces y magistrados de Guatemala que no aceptaron la orden del poder constituido y lucharon contra la corrupción galopante, tuvieron que irse al exilio para salvar la vida o la cárcel. Ahora regresar a su país, como siempre, con la frente limpia.
López Obrador propone para acabar con la corrupción del Poder Judicial, que los magistrados y demás jueces del Poder Judicial sean elegidos por el pueblo en elecciones libres y universales y no como ahora, que en un contubernio obsoleto por monstruoso, los designan, al margen de la ciudadanía, el presidente de la República y el Poder Legislativo, a modo.
El presidente Andrés Manuel López Obrador propone una reforma al Poder Judicial para que sus integrantes sean electos por los ciudadanos y para que se combata la corrupción en todos los organismos de impartición de justicia.
«Están completamente descarados, bloqueando todas las iniciativas de cambio y apoyando a la delincuencia organizada y a la delincuencia de cuello blanco. Como que se quitaron la máscara y enseñan el cobre», expresó López Obrador.
Repitió que jueces, ministros y magistrados deben ser electos por los ciudadanos para que le deban al pueblo su encargo y tengan que cumplir: «No que los eligen o los nombran grupos de intereses creados», económicos o partidistas.
Hay mucha corrupción en jueces, magistrados y ministros, concluyó. Para lograr todo ello se necesita una gran reforma constitucional que sólo se alcanzaría si en las próximas elecciones logra la mayoría calificada en ambas cámaras del Poder Legislativo. Eso es lo deseable ante un pueblo que de siempre ha estado ahíto de justicia.
Sin duda, es real LA ANALOGÍA ENTRE LOS PODERES JUDICIALES DE GUATEMALA Y MÉXICO.
Periodista y escritor; presidente del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE; secretario de Desarrollo Social de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP; presidente fundador y vitalicio honorario de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, miembro del Consejo Consultivo permanente del Club Primera Plana, Doctor Honoris Causa por la Universidad Internacional y Académico de Número de la Academia Nacional de Historia y Geografía, ANHG. Agradeceré sus comentarios y críticas en teodororenteriaa@gmail.com Nos escuchamos en las frecuencias en toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.org, y www.clubprimeraplana.org, y el portal irradia noticias.com