Un tema que ha cobrado gran relevancia en las últimas semanas es el de los libros de texto, no solo porque estamos a pocos días del regreso a clases de millones de niños en el país, sino porque este tema trasciende la posibilidad de que los niños encuentren en estos textos un apoyo didáctico, cultural y cognitivo para su desarrollo, dependiendo de la preparación de los docentes en el país.
Es decir, históricamente los docentes, entendieron la estructura educativa, como una oportunidad de desarrollo pedagógico y cognitivo encontraron en los libros de texto un apoyo para dar cátedra y enseñar a los niños en la practicada del día a día.
El cuestionamiento seria, si hoy los maestros asumen o concuerdan con lo vertido en esos textos como verdad absoluta o método de enseñanza.
La complejidad de los actuales libros de texto que el presidente López Obrador intenta instaurar como ideología educativa o proyecto nacional de educación, va más allá de si se trata de una educación de corte comunista o ideológica.
El verdadero problema radica en la pobreza intelectual y la falta de seriedad con la que pretenden educar a las generaciones futuras, dejando de lado la auténtica vocación de enseñar la historia de México, por ejemplo.
No tengo claridad, si este texto será el que forme ciudadanos críticos de pensamiento y reflexivos ante los cambios mundiales, por ejemplo en el tema económico global y financiero, adema de si están actualizados en temas insisto globales como el cambio climático, la pobreza, el agua, los Derechos humanos, el desarme y la seguridad pública por ejemplo.
Me parece mas un catalogo de temas diseñados, construidos desde la visión de la izquierda y sus logros, legislativos, de gobierno y de perspectiva de nación emergente, que libros de enseñanza inicial.
Los libros de texto no deben convertirse en un instrumento para politizar al país, a través de la educación de los niños y niñas.Deben mantenerse alejados de las políticas que buscan construir una ideología gubernamental y oficial. La base de la educación en México, la educación inicial, debe ser un punto de acuerdo para todos los sectores políticos y actores involucrados en el país. Es el tema fundamental del desarrollo de una nación. Si pretendían cambiar el modelo educativo habrían de haber volteado a las potencias mundiales económicamente hablando y sus proyectos educativos.
La omisión de la importancia de las matemáticas en los libros de texto actuales es preocupante, ya que esto podría afectar el desarrollo financiero y económico del país en el futuro. La resistencia de algunos estados, como Chihuahua, Jalisco y Yucatán, a entregar estos libros refleja la falta de consenso en torno a su contenido y enfoque.
También la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se pronuncio por una revisión exhaustiva del tema y sobre todos de los contenidos de los libretos de texto.
Qué habría pasado si le hubieran dado un cambio radical al sistema educativo mexicano y no es que desde esta posibilidad y desde este comentario político queramos hacer valer el método educativo anterior como el correcto en el país.Insisto que habría pasado si el nuevo modelo educativo de la 4T se hubiera enfocado mejor desde los primeros años de estudio a una educación técnica a preparar a jóvenes y muchachos que en el futuro pudieran atender temas técnicos, científicos, temas mucho más enfocados a la industria, mucho más enfocados al desarrollo económico del país mucho más allá de esta basura cultural, ideológica y dogmática de una izquierda pobre, sin resultados.
El presidente López Obrador parece tener la costumbre de denigrar y señalar a quienes no comparten su visión. La politización de los libros de texto no solo es un pretexto para atacar a los opositores, al conservadurismo perenne según él, sino que también pone en riesgo la calidad educativa y el futuro de las nuevas generaciones. En un país al que le urgen políticas públicas claras y económicamente viables para su desarrollo.
El aspecto más preocupante no es el costo de edición e impresión de los libros, sino el enfoque pedagógico que se promueve. Es crucial que los libros de texto sean una guía integral para el desarrollo de habilidades cognitivas, económicas y lógicas en los niños.
El tema de los libros de texto se ha convertido en un reflejo del estilo de gobierno de López Obrador y de su proyecto personal, basado en el capricho y la ideología estrecha, lo cual plantea un riesgo para el futuro del país y de sus estudiantes.
En resumen, es fundamental recordar que la educación de calidad no debe quedar atrapada en agendas políticas o ideológicas. El enfoque debe ser el desarrollo integral de los niños, asegurando que tengan las herramientas necesarias para enfrentar los desafíos del futuro.