Miles de feligreses y ciudadanos que atendieron la convocatoria a la Marcha por la Paz emitida por el Obispo de Cuernavaca, Ramón Castro, se sumaron al llamado para que la violencia no se apodere de nuestra vida; al finalizar caminata el también secretario del Episcopado Mexicano, mencionó una serie de delitos que azotan a la sociedad y ante los cuales señaló, no se puede ser indiferente ni quedarse con los brazos cruzados.
Desde temprana hora un número importante de personas se dio cita en la glorieta de Tlaltenango; previo al arranque de la caminata, el Obispo envió un mensaje a las personas reunidas en el ático de la Parroquia de Nuestra Señora de los Milagros, Iglesia de Tlaltenango.
En la ruta hacia el Centro de la Ciudad de Cuernavaca, el Obispo se entrevistó con comerciantes y personas que han sido víctimas de la delincuencia. A lo largo del camino un grupo musical acompañó con melodías religiosas que hacen alusión a vivir en armonía, paz y amor.