1.- ¡Entiéndalo, señorita Margarita!
2.- Rabín y su libro
3.- La uni ¡sí!
4.- Cinco ya
1.- En alguna ocasión le dije a Jorge Morales Barud si estaba consciente de que podría ser el gobernador; su “sí” era indiferente, igual que lo que se dio; arrió las banderas; se dio una reunión primera; fue exitosa; después, nada, se dejaron pasar los días; él se retiró; no había nada qué hacer; lo decidió; engañó a los que creyeron en él y jamás se quitó era tarjeta de ¿tibio o con arreglos en lo oscurito?. Fue igual, siempre queriendo quedar bien con todos, como la manzanilla, pero de resultados, nada; en el rincón, él, la espera de otros tiempos para ver si algo queda; algo sucede. El otro tibio, Urióstegui, al frente en los números por la capital, pero al día siguiente, Jorge le había arrebatado la papeleta; Graco seria el gobernador y Jorge alcalde: Urióstegui en el silencio; por ahí algo de protesta, pero sin la debida fuerza, resignado, como si supiera las razones; no se tuvieron explicaciones, pero sí especulaciones; José Luis no salió bien librado. Le valió.
Hoy el caso es Margarita. Si fuera mujer sería ella o Lucía Meza; y la escritora sabe que si se deja el poder en manos de la graquista, sería condenar a la entidad a seis años más de pobreza y violencia, lo que inició en el 94 con el tricolor Carrillo Olea, el cínico que se sigue presentado públicamente en restaurantes, después de todo el daño que ocasionó.
De mujeres sólo ellas; pensar en Sandra Anaya es igual vacilada que decir que lo puede ser Víctor Mercado; los lugareños merecemos a alguien más preparado y existe; ¿Víctor o Sandra?, ocurrencias lamentables; pero peor sería pensar en Tania Valentina; hasta ella lo sabe, por más que sus corifeos le llenen de pajaritos la cabeza. Que porque se dará al verde, en alianza Chiapas. Puede ser, pero no se puede comparar ese partido en aquella entidad, al PT en Morelos, castrado por la propia dirigente para que la pequeña parte del pastel le siga tocando. No democratizará ni extenderá al partido, arriesgándose a que otro llegue, con ideología y la desbanque. Pensar en Tania es perder la objetividad, es verse en su justa dimensión: “siempre será positivo si a mí me favorece, si se jode el pueblo, cosa del pueblo”. El egoísmo siempre, los intereses particulares encima de todos.
Hasta ayer Margarita dejó la Lotería Nacional, hasta ayer su equipo reaccionó; sigo pensando que su pez beta tiene reacciones más rápidas y certeras. Habrá que darle espacio y tiempo para que presente su plan de actividades, pero la realidad es que está en el total descuido la plaza; sería terrible que la monrealista Lucía fuera candidata.
Si es mujer sólo están las dos; la diferencia es abismal de personas y equipos; aunque la señorita Mago tenga varios parásitos rondando, se los quitará porque no se liga con ellos en complicidades; cree ella que le pueden ser útiles; se dará cuenta que sólo estorban, que son mentirosos, deshonestos y los irá haciendo a un lado; Lucía no porque son sus iguales, son parte de ella, por lo que los llevará al poder, así se joda al pueblo; el que no le interesa; si así fuera, sería más transparente y algo haría fuera de la traición que se le da con gran facilidad; así se lo aconsejan sus seguidores; así la plática con Mandujano.
Margarita tiene usted una gran responsabilidad, espero que lo entienda usted y quienes van a su lado. Puede usted renunciar y dejar a los morelenses a merced de quien sería la continuidad de la tragedia que arrancó en el 94. Es su decisión; no hay tanto espacio, M
2.- Por ahí alguien filtró la historia no autorizada de Rabín y su libro; lo vemos el día de mañana. No necesariamente es para colorear ni es sólo el álbum de la familia. ¡Verán!.
3.- De no haber sido por el gobernador, el incremento a la universidad en el presupuesto seguiría en el sueño de los justos. A Lupe se le había olvidado; Pancho y el perverso en lo suyo. Ni una nota, un párrafo, una línea, una palabra a favor del Cuauh; así les gusta.
4.- Otro muerto en el violento Yautepec de los Alonso, cinco en menos de diez días; el reciente en Itzamatitlán. La autoridad municipal ni se inmutó; seguro ni se le conocía.