1.- Muñoz Ledo qepd
2.- El vicio de origen
3.- El tren maya sí va
4.- Alonso: Manta
1.- Porfirio Muñoz Ledo, cerca de la izquierda tantos años, hasta que recién torció hacia la derecha, siéndole propicio, ¿sin darse cuenta que era utilizado?; el que le dejaran subir a la tribuna era suficiente, y se le permitía porque despotricaba contra Andrés Manuel; si hubiera sido en sentido contrario, se le hubiera relegado. Es la historia de cierta prensa, la adversa a los intereses de los olvidados, los que van con la oligarquía, la que sólo da la plana si es para hablar contra la cuarta transformación; si fuera a favor, nada se abriría.
Cuando Cuauhtémoc Cárdenas, al lado de Porfirio, abandonaron al tricolor, las críticas se dejaron sentir por todos lados, se cerraron los espacios, los ataques fueron grotescos, fue infame, pero nada los detuvo, siguieron avanzando, ganaron las elecciones, a uno se le reconoció, a Porfirio, quien se atrevió a intentar subir a la tribuna para increpar al gris Miguel de la Madrid; los guaruras lo impidieron. Fue fundador del perredismo, con varios valientes más, los que se lanzaron al vacío y fueron conformando al partido que fue la alternativa, el sendero para que el pueblo accediera al poder; se veía, era de verdad posible. Por desgracia o fue así. Una explicación pertfecta se dio de la siguiente manera: Jorge Messeguer, en una entrevista que le hice: “en tres meses nos acabamos el capital político que se fue construyendo por mucho tiempo”. Es cierto; el partido del sol azteca terminó por ser de los Chuchos, hoy en vías de extinción, por el bien del país, y será en el 24. Muñoz Ledo y muchos más, dejaron al partido a tiempo.
En el 18 otra vez al protagonismo; excelente, merecido, al frente de la cámara; fue una delicia escucharlo, encontrar las salidas por su extraordinario ingenio, talento y facilidad para encontrar las respuestas, siempre perfectas que desarmaban a sus contrarios. Aquel congreso, cuyas sesiones casi nadie veía; con él, fue distinto, se aprendía, había que ir atento a cada palabra. Al siguiente año, él quería seguir, pero fue la democracia la que se impulsó; de ahí en adelante las cosas fueron cayendo; el secretario de Educación en los primeros años de López Portillo, inició sus ataques cada vez más frontales; dijera lo que dijera, era evidente que sintió que el presidente lo dejó solo; la realidad es que no entendió que la intención del morenismo es ser abierto, entender los tiempos y que los hombres son pasajeros, es la democracia lo que cuenta, el que las decisiones que se den estén por arriba de las personas; el hecho de tener la mayoría es para bien del colectivo.
Hombre de izquierda, con aquella violencia que sufrió por parte de Irma Serrano, y supo salir adelante, pero en el último tramo, se enredó en sus frases y fue útil a la derecha, la que lo supo aprovechar, escuchando y escribiendo cada palabra en contra del presidente.
Se extrañará su ingenio y su izquierdismo real, auténtico; hubiera encantado que así siguiera; no lo hizo; le ganó la vanidad. Hubo una frase que le escuché un día, a uno de los grandes columnistas del país, “La banca es muy dura”, en relación a la salida de los dos, de Cuauhtémoc y de Porfirio del tricolor. Eso sucedió también en forma reciente.
2.- En la derecha hay un punto terrible y que no lo podrán borrar, es el pecado original: Ellos fueron los que dejaron al país en las condiciones en las cuales está, y ahora dicen que ya cambiaron, que son otros, que hoy sí cumplirán. Allá el tonto que se los crea.
3.- Ya llegaron los vagones del Tren Maya, los primeros, y se cumplirá, el sureste tendrá el polo de desarrollo que tanto merece, pese a los intentos de la derecha por frenar el progreso, una serie de amparos que se fueron venciendo poco a poco. El sueño está por realizarse, por ser una realidad, siendo una de las grandes obras de la presente administración. Ya está el aeropuerto y la refinería, pronto será lo demás, por el país.
4.- En Yautepec apareció una manta; es la hora en que Alonso empiece a responder las tantas preguntas sobre la violencia que se da en el municipio, ¿y los terrenos?; también.