Al día 25 de cada mes se le conoce como el Día Naranja, el propósito es pretender la movilización de la opinión pública y de los gobiernos para emprender acciones concretas con el fin de promover y fomentar la cultura de la no violencia.
El color se escogió sobre la creencia de que representa el futuro brillante y optimista libre de violencia contra las mujeres y niñas.
La pregunta obligada es: ¿realmente sirve de algo tener en cuenta días como el 25 de cada mes?
Inmediatamente la respuesta se vuelve polémica porque múltiples organizaciones de la sociedad civil, sobre todos los colectivos feministas quienes son los encargados de promover día naranja y las autoridades han buscado lanzar políticas públicas mediante las cuales se visibilicen las diferentes formas de violencia en contra de las mujeres, niñas adolescentes y jóvenes, de manera que a lo largo y ancho del país contamos con Instituto de la mujer, instancias de la mujer y colectivos múltiples de feministas, en de alguna o de otra manera aportan a la causa no solamente su visión, sino sus propuestas; sin embargo y, sin pretender ser pesimista, todos los días tenemos noticias de mujeres que son atacadas de diferentes formas, en todas esas formas de violencia que existen hoy con nombre, sea física psicológica, económica, vicaría, familiar, y un largo etc. pero las cifras no bajan significativamente, pues en los primeros tres meses de 2023, a nivel nacional se reportaron 227 feminicidios, cifra que representa una disminución de 7.7% víctimas en comparación con el mismo periodo de 2022.
Hoy la violencia de género, no solamente existe al interior de los hogares o diríamos domicilios, -porque no se puede llamar a hogar a un núcleo de violencia,- sino también en la calle, vemos con crudeza circulando un video hecho circular en las redes, y muestra a un grupo de hombres con armas largas sometiendo a un grupo de mujeres que se dedican supuestamente al trabajo sexual, las han marcado y les exigen el pago de piso por esa actividad. Así, otros casos que se difunden relativos a la privación de la vida de mujeres que se dedicaban a ser amas de casa, trabajadoras en cualquier otra actividad, estudiantes, niñas y no omito mencionar de los niños, en fin, toda clase de actividades que humanamente se realizan diaria y comúnmente.
Las redes sociales nos muestran la crudeza de la violencia, y volvemos a la pregunta inicial, realmente están sirviendo las políticas públicas en defensa de las mujeres? Al respecto, el Secretariado Ejecutivo de Seguridad Pública, reportó que el año pasado se reportaron 339,451 llamadas al 911 por violencia de género y al cierre de 2022, en México la violencia contra las mujeres alcanzó cifras históricas en al menos cinco delitos, aunado a un alza considerable en las llamadas de auxilio por diversas violencias de género; cifras muy por arriba de 2015, cuando inició el registro de violencia contra las mujeres en el referido Secretariado.
Y según estudios realizados en la UNAM, en México, 7 de cada 10 mujeres de 15 años o más que han estado en pareja afirman haber sufrido en cierto momento de su vida algún tipo de violencia.
No tengo la menor duda de que va siendo momento de ponernos serias y serios al abordar y buscar soluciones a la violencia en contra de las mujeres, en todo México, y pues ojalá existieran estadísticas acerca de la efectividad días como el 25 de cada mes, el 25 de noviembre que son los “días de la eliminación de todas las formas de violencia en contra del género femenino”, pues las únicas estadísticas que tenemos sólo hablan de las violencias, no de la efectividad de las políticas públicas para erradicarlas o por lo menos atender el origen y buscar las mejores soluciones a un problema que cada día se vuelve más profundo.